¿Qué opinan de la actual oferta de soluciones en construcción modular?
Durante la inauguración de EDIFICA 2024, el ministro de vivienda y urbanismo, Carlos Montes, anunció que su cartera licitará a principios de 2025 la construcción industrializada de 20.000 viviendas sociales, esto en el marco del plan de mitigación del déficit habitacional. En el ICHA concordamos con la autoridad quien señaló que es necesario elevar fuertemente la capacidad de producción de viviendas industrializadas, pues su número aún es insuficiente.
El Instituto Chileno del Acero, promueve activamente la construcción industrializada o modular en acero. Un ejemplo de ello es su participación en la creación de AceroLAB, una iniciativa impulsada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y el Instituto Chileno del Acero para estudiar, desarrollar y promover nuevas aplicaciones del acero desde el diseño.
En 2022, un proyecto presentado por AceroLab y con una alianza integrada por importantes empresas de la industria y destacadas oficinas de arquitectos, y con la colaboración del ICHA y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica del norte, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile se ganó el Desafío MODhabitar Antofagasta, que tenía como objetivo desarrollar modelos de vivienda sustentable, industrializada, replicable, innovadora y costo-efectiva y que aportará a la mejora del estándar de habitabilidad y confort ambiental de la región. La importancia de estos proyectos radica en la urgente necesidad de viviendas sociales en la región de Antofagasta, que hoy se estima en 36 mil viviendas.
¿Qué beneficios técnicos y económicos brindan en atender el actual déficit habitacional?
En el ámbito de la construcción industrializada, el acero juega un rol fundamental, ya que permite desarrollar viviendas sociales de calidad y reduciendo considerablemente los plazos, costos e impactos ambientales.
Al respecto, el sistema de construcción industrializada tiene mucho que aportar, ya que permite importantes aumentos de productividad, menores costos y considerables ahorros en tiempo de construcción. Además, es más sustentable que la construcción tradicional pues consume menos energía, disminuye la contaminación acústica y las emisiones de material particulado a la atmósfera.
Siguiendo en la misma línea, la construcción industrializada reduce las mermas de acero en las obras, así, el material no utilizado queda en la maestranza facilitando su reciclaje y con ello completa el circuito ambiental, ya que este tipo de empresas consumen acero y proveen de chatarra al mismo tiempo.
La construcción en Chile no puede quedarse fuera de las tendencias mundiales. En países desarrollados la industrialización hace tiempo que llegó para quedarse. Sus beneficios son claros y contundentes: mayor seguridad en las obras, menores tiempos de construcción, disminución de costos y menor contaminación.