Al momento de escribir esta columna me encuentro de vacaciones, o eso quisiera, ya que tengo obligaciones difíciles de evitar, no solo porque el deber es importante, sino porque muchas veces la motivación suele ganarle al cansancio.
Con esto en mente, decidí hacer un poquito de trampa pidiéndo ayuda a mi nuevo mejor amigo, el Sr. ChatGPT, que es un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, con una red neuronal de gran escala entrenada en una amplia variedad de tareas lingüísticas, incluida la generación de texto. Por esta razón, ChatGPT ayudará a escribir esta columna al proporcionar una respuesta automatizada basada en patrones y relaciones aprendidos a partir de grandes cantidades de texto previamente procesado. La IA detrás de ChatGPT es una red neuronal de tipo Transformer, entrenada mediante el procesamiento masivo de texto en línea. Durante el entrenamiento, el modelo aprende patrones y relaciones lingüísticas a partir de los datos proporcionados y los usa para generar texto nuevo. La respuesta generada es seleccionada basándose en la probabilidad de que sea coherente con el contexto dado.
Así, ingresó a la web y comienzo un diálogo en donde el bot me recibe muy amable: "¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte?"
Entonces, le pido una columna de opinión de 3900 caracteres que hable de las oportunidades que tiene la IA para la prevención y protección de las estructuras contra incendios y me entrega un primer texto muy interesante, pero cometió 2 errores de inicio. 1: no le puedo pedir que me haga toda la pega así es que reduzco a 1200 caracteres y, 2: le pido algo de humor e ironía, para que no se note (tanto) que me está suplantando (LOL).
Así el texto lo lanza de la siguiente forma: "La Inteligencia Artificial es una tecnología que ha revolucionado muchos aspectos de nuestra vida y parece que la prevención y protección contra incendios no es la excepción. ¿Quién necesita bomberos cuando tenemos robots que pueden apagar fuegos sin sudar una gota?
Pero en serio, la IA puede ser una herramienta poderosa para prevenir incendios y proteger nuestras estructuras. Por ejemplo, los sistemas de detección de incendios con IA pueden analizar grandes cantidades de datos y detectar patrones que los sistemas tradicionales podrían perderse. Además, los robots con IA pueden acceder a lugares peligrosos que serían difíciles o imposibles de alcanzar para los humanos.
Pero, ¿qué pasa si la IA se vuelve un poco demasiado inteligente y decide que los incendios son una forma de diversión para ella? Tal vez no es tan divertido después de todo. Afortunadamente, aún estamos lejos de ese futuro distópico, pero es importante tener en cuenta que la IA solo es tan buena como la información que se le da.
En conclusión, la IA ofrece una oportunidad única para mejorar la prevención y protección contra incendios, pero también es importante utilizarla con responsabilidad y asegurarse de que está bien supervisada y controlada. Después de todo, un incendio es una situación bastante seria para dejarla en manos de una máquina. ¡No queremos que nuestro edificio se convierta en un juguete para el incendio con IA!"
El resultado, como habrán visto es notable y fue casi instantáneo, entregando elementos muy interesantes, aunque hay varios errores que denotan la importancia de calibrar (enseñar) a la máquina los límites de una ironía (cuestión que incluso a humanos nos cuesta calibrar), de tal forma que no se pase de revoluciones hasta generar un lenguaje dañino en lo que se quiere transmitir.
No obstante lo anterior, definitivamente la IA está haciendo un trabajo sorprendente, que nos está haciendo la vida mucho más fácil, pese a los augurios de que esa facilidad pueda llegar a ser peligrosa. Cuestión que iremos discutiendo en columnas posteriores.
Esto último, eso sí, aclaro, ha sido redacción humana (por ahora) y no de mi nuevo mejor amigo, el tío ChatGPT! Leer más