Tras la resolución exenta 59, de enero 2023 se establecen condiciones y mecanismos de aprobación de proyectos de viviendas industrializadas tipo y se fijan procedimientos para revisión de proyectos que incorporen el uso de viviendas industrializadas tipo, en el marco de los programas habitacionales fondo solidario elección de vivienda DS N°49 (v. y u.) de 2011, y de habitabilidad rural DS N°10 (v. y u.), de 2015.
Lo anterior, responde al Plan de Emergencia Habitacional, donde la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo aprobará proyectos de "vivienda tipo industrializadas" las que no requerirán cumplir con el inciso 1° del Art N°116 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, ni estarán sometidas a inspecciones y/o recepciones por parte de las Direcciones de Obras Municipales, mientras tengan este carácter y sean construidas mediante subsidio del Estado. Con ello el Estado está asumiendo la responsabilidad de evaluar lo que se está entregando, aunque esa función ya es parte de las obligaciones del Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU). Se espera que, trabajando con industrializadoras, se consiga disminuir el déficit habitacional. Hay que entender por qué en el mercado privado casi no hay viviendas a los precios establecidos en los decretos aludidos, y por qué esta resolución exenta deja fuera los tramos 2 o 3 para viviendas más caras (1600 o 2200 UF).
¿Qué significa ser industrializadora?, ¿qué oportunidades de mercado tienen las actuales empresas constructoras?
Hay que tener claridad del propósito del Estado y entender que se busca seleccionar a empresas capaces de responder a la necesidad de viviendas y que estén dispuestas a ajustarse a precio, número, calidad, plazos y autonomía de operación. Se busca a quienes calcen con la definición de DITEC para Industrializadoras, esto es: “Desarrollo en fábrica de la mayoría de los componentes y elementos que conforman un módulo o estructura, de forma estandarizada y modularizada, bajo una secuencia de fabricación, traslado y montaje, tal como una producción general en serie” y así tener procesos más rápidos, de menor costo, con menos retraso en obra.
¿Esto es lo que ya hacen las constructoras y las inmobiliarias?, aparentemente sí, pero hay deficiencias desde los actuales oferentes de licitaciones públicas para viviendas que explican por qué la DITEC busca mejorar la oferta a través de esta modalidad, porque en la actualidad la industrialización no es de dominio de los sistemas constructivos clásicos y se espera avancen hacia allá. Hasta ahora, solo pocas empresas están logrando cumplir con las exigencias y ser aprobadas. Las demás empresas estarán en autoevaluación, diagnosticando dónde están, cómo avanzar e incluso qué estrategias y alianzas pueden realizar para decidir ser parte o no de este proceso. Si el negocio está orientado a mayor poder adquisitivo o al revés, ser proveedores de viviendas prefabricadas o de emergencia, seguirán aportando desde ahí a la habitabilidad en Chile.
Las viviendas sociales son un mercado al cual empresas de prefabricación en madera, no han manifestado mayor interés. Desde el sector construcción en madera, están aprobadas como industrializadoras las cuatro empresas con mayor tecnología, experiencia y capacidades para generar volumen, estandarizar productos y economías de escala. Esperamos que su experiencia se traduzca en éxito y ser parte de la solución habitacional formal y sí a ellos les va bien, hay que estar atentos porque seguramente van a necesitar proveedores aliados. Confiemos en que ello se traduzca en transferencia de conocimientos y poco a poco ir sumando capacidades de ofrecer edificios de departamentos de cuatro a seis pisos con estructura en madera o conjuntos habitacionales demostrando su eficiencia y sustentabilidad. Leer más