A nivel mundial la industria de la construcción presenta un riesgo elevado para la Salud y Seguridad de las personas. En efecto, en el ámbito de la seguridad en los distintos países las causas de accidentes con resultado de muerte en la Construcción se concentran en cinco causas: Caídas de Altura, Atrapado por/Colapso, Electrocución; Golpeado por, y Contacto con Vehículos/Maquinaria en movimiento.
En el ámbito de la salud ocupacional en tanto los riesgos principales se concentran en los trastornos músculo esqueléticos, manejo manual de carga, los factores psicosociales, la exposición a condiciones ambientales adversas (radiación UV; frío; calor), exposición a sílice cristalina; ruido, y dermatitis.
Adicionalmente, estudios realizados por la Mutual de Seguridad CChC, detectaron un aumento en las muertes en los lugares de trabajo, por causas no laborales, relacionadas con el ámbito cardiovascular, lo que se explicaría por la presencia de factores de riesgo asociados a hábitos de vida no saludables como sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso/ obesidad y al aumento de la presión arterial.
En nuestro país la pandemia Covid-19 impactó fuertemente al sector de la construcción, con la paralización total de las obras en las primeras etapas de la pandemia. La situación se resolvió favorablemente gracias a la coordinación de esfuerzos de las empresas constructoras, la Cámara Chilena de la Construcción, la Mutual de Seguridad de la CChC y las autoridades sectoriales de gobierno, los que en conjunto elaboraron un Plan de Acción que permitió la continuidad laboral del sector, protegiendo la salud de los trabajadores.
Factores de riesgo de daño a la salud en la construcción
Las características especiales del sector construcción se asocian a riesgos de salud que pueden ser abordados con un enfoque de salud integral. Algunos de estos riesgos son:
A estos riesgos se agregan, además, el riesgo social de la población en relación al uso excesivo de bebidas alcohólicas y al consumo “normalizado” de cannabis y pasta base, los que tienen un demostrado efecto sobre el riesgo de accidentalidad.
A nivel internacional se ha descrito también un mayor riesgo de los trabajadores de la construcción en el ámbito de la salud mental, lo que en estudios realizados en Estados Unidos y Europa se asocia a una mayor prevalencia de suicidios.
Salud en el trabajo en un mundo post pandemia
Ahora que la pandemia parece estar entrando en su fase final, es especialmente importante reflexionar sobre las lecciones aprendidas en torno a la protección de la salud de las personas en sus lugares de trabajo.
En una primera etapa, las empresas constructoras podrían ampliar sus programas de salud laboral, incorporando un diagnóstico de salud de sus trabajadores, con foco en los riesgos cardiovasculares, salud mental, y enfermedades metabólicas. Esto les permitiría determinar su población de trabajadores sanos, a los portadores de Factores de Riesgo, e identificar a los portadores de enfermedades crónicas. Esto se traduce en último término en conocer el “Capital de Salud” y el “Riesgo de Enfermar” de sus trabajadores y con ello definir acciones específicas para cada grupo, fortaleciendo los Factores Protectores, controlando los Factores de Riesgo, y evitando la Discapacidad asociada al mal control de las enfermedades crónicas.
Ha llegado el momento de adoptar una visión holística de la salud de las personas en sus lugares de trabajo, integrando la detección y control de los riesgos laborales y de los riesgos de enfermedades crónicas no transmisibles. Esta mirada integral permitirá que las acciones de Promoción de la Salud y Prevención del Daño, que hasta ahora se realizaban enfocadas en los riesgos laborales, incorporen también los factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, aportando un mayor beneficio a los trabajadores, a la productividad y sustentabilidad de las empresas constructoras. Leer más