Tendencias del sector construcción

¿CUÁLES SON LAS principales causas de los problemas DE CALIDAD EN INSTALACIONES de agua potable, alcantarillado, gas Y ELECTRICIDAD?

Escrito por Revista Negocio & Construcción | Aug 10, 2023 10:00:00 PM

¿Cuál es la normativa que rige las normas sanitarias y de gas en la actualidad?

Con respecto a redes sanitarias domiciliarias o domiciliarias de carácter público, como lo son por ejemplo los condominios, la normativa vigente es el D.S. MOP N°50/2003 “Aprueba el Reglamento de Instalaciones Domiciliarias de Agua Potable y de Alcantarillado”, con su última modificación del año 2009 y sus Anexos, la NCh 3371/2017 “Instalaciones Domiciliarias de Alcantarillado de Aguas Servidas - Diseño, Cálculo y Requisitos” norma que complementa el Decreto N°50 en el diseño y construcción de alcantarillado, Nch 691/2015 “Agua potable - Producción, Conducción, Almacenamiento y Distribución - Requisitos de Diseño y Nch1105/2019 “Ingeniería Sanitaria - Alcantarillado de Aguas Residuales - Diseño y Cálculo de Redes. Si vamos netamente a la construcción de estas obras, se podrían incluir normas de instalación de tuberías y pruebas en obra, como las NCh 3202 y 3215 en instalaciones domiciliarias y las NCh1360 y 3191 para condominios.

En gas, encontramos el D.S. N°66/2007 “Aprueba Reglamento de Instalaciones Interiores y Medidores de Gas”, el cual debe incluir en su última versión las modificaciones del D.S. N°20/2008, ambos se utilizan en redes de baja y media presión para gas natural o licuado de petróleo, tanto en etapas de proyecto como de construcción al interior del terreno privado, como si fuera un proyecto domiciliario, acompañando a las anteriores está el D.S N°108 “Aprueba Reglamento de Seguridad para las Instalaciones de Almacenamiento, Transporte y Distribución de Gas Licuado de Petróleo y Operaciones Asociadas”. Ahora si vamos a la distribución exterior de la redes, matriz y acometida, encontramos el D.S N°67/2004 “Aprueba Reglamento de Servicio de Gas de Red, D.S. N°280/2009 “Aprueba Reglamento de Seguridad para el Transporte y Distribución de Gas de Red”, entre otras.

Todos los materiales que se utilizan deben contar con resolución de aprobación de las Superintendencias de Servicios Sanitarios (SISS) para agua y alcantarillado, de Electricidad y Combustibles (SEC) para gas. Además, son controladas en su mayoría por normas chilenas, por lo cual, son rigurosamente testeadas. El material más utilizado en redes de gas es el cobre, material instalado por años que ha demostrado ser confiable tanto en agua como en gas, lo mismo para sus fittings y soldadura. Con respecto a materiales plásticos como el polipropileno (PP), estos son confiables, flexibles y duraderos, su soldadura por fusión es resistente y rápida.

Las pruebas de presión rea- lizadas para gas corresponden a tres veces la presión de servicio, entre 15 y 20 kPa.Mientras que, para el agua, la prueba corresponde a 1.5 veces la presión nominal de la tubería, es decir, si la presión nominal es PN10, correspon- de a 1,5 MPa o 15 bar.

¿El problema es que el estándar exigido es muy bajo? 

Ya que se conocen repetidos problemas en la calidad de los materiales, instalación y fallas por uso (fugas). El estándar de calidad de las normativas chilenas desarrolladas por el Instituto Nacional de Normalización (INN), son exigentes y aseguran una calidad óptima del producto. Por lo cual, no estamos hablando de un problema de material, sino de ejecución de la fusión y las características de espesor de los tubos utilizados. La relación SDR (Standard Dimension Ratio), se define como la relación que existe entre el diámetro nominal y el espesor de la tubería (SDR=Dext. /e). Al generar la fusión de tuberías con diferente espesor de pared, la que es más delgada sufre una disminución del espesor, debilitando el tramo adyacente a la unión. También puede ocurrir una sobre exposición de las piezas a la termofusión, y se genera un efecto de desplazamiento del material. Otro factor detectado es el corto tiempo de las piezas en el dado o equipo que calienta las piezas, con el afán de poder generar un avance mayor, lo que obviamente afecta la fusión, lo mismo pasa con la inserción del tubo en la pieza. Por último, un mal proceso de corte de la tubería y limpieza antes de la fusión.

Es de conocimiento dentro de los instaladores que las tuberías plásticas tienen una mayor dilatación por efectos de la temperatura, lo mismo en el hormigón, que sufre contracciones y dilataciones por la misma causa, por lo cual, las tuberías que quedan embutidas o empotradas en la estructura quedan sometidas a estos esfuerzos, generando fallas en los tramos cercanos a la unión o fusión, que ya están debilitados.

¿Qué durabilidad se define para estos elementos y cómo debería hacerse un adecuado plan de mantención pensando en 10, 15, 20 y hasta 30 años de uso de viviendas?, ¿qué materiales se deberían utilizar para lograr un mayor performance?

Los tubos de cobre tienen duración indefinida y mucho mayor que los 50 años que se indica para tuberías de PP en los catálogos, duración que disminuye si la tubería transporta agua a una mayor temperatura, en el cobre no hay inconvenientes.

Es por lo anterior que los fabricantes aconsejan que, para recorridos de tuberías embutidos, se utilicen tuberías de   mayor   espesor o presión nominal, lo cual disminuye el SDR y por consecuencia, aumenta la resis- tencia a los esfuerzos a los que son sometidas estas tuberías. Es difícil pensar en una mantención en las tuberías, sobre todo si estas están embutidas, por no decir imposible. Si es una vivienda donde los avances se hacen por el exterior, es recomendado cambiar las tuberías a los 30 años aproximadamente si son de POR, siempre y cuando se identifique que se están produciendo fugas o filtraciones, de lo contrario, se podría esperar a cumplir con la vida útil especificada por el fabricante. Si pensamos en cobre, bastaría con repasar los puntos de fuga si existieran.

Ambos materiales presentan buenas características si son bien ejecutados, solo basta con asumir las recomendaciones del fabricante con respecto a los espesores mínimos para resistir dichos esfuerzos o solicitudes Leer más