En la última Feria y Congreso Hyvolution 2023, centrada en la nueva Economía del Hidrógeno Verde, tuve el privilegio de presentar y discutir en un panel sobre Capital Humano para demostrar el rol tanto de la educación en la mejora de la calidad de vida de las personas, posibilitando la formación del capital humano especializado para el desarrollo de esta nueva industria sustentable.
Cabe destacar la Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde de noviembre 2020 como instrumento orientador y político para esta industria. Esta estrategia ofrece variadas proyecciones en relación con el desarrollo de esta industria, sin embargo, para 2050, la generación de una capacidad exportadora de H2V en Chile que iguale la actual industria minera, exigirá la instalación de más de 300 GW de potencia eléctrica renovable y una inversión acumulada de más de USD 330.000 millones (equivalente al PIB presente de Chile). Este es un desafío intergeneracional.
Para aterrizar la Estrategia por parte del actual Ministerio de Energía Diego Pardow, se creó el Comité Interministerial del Hidrógeno Verde liderado por CORFO, un Consejo Consultivo de la sociedad civil, y ahora un Comité Estratégico. Se está trabajando en el Plan de Acción del Hidrógeno Verde 2023-2030. El Gobierno de Chile, igualmente, ha logrado levantar fondos internacionales en este marco por casi mil millones de USD de la banca multilateral (Banco Mundial, BID y la UE).
El despegue de una “Economía del Hidrógeno Verde” depende de cuatro factores: de la disponibilidad de tecnología, de capital financiero, de una “permisología” clara, una legislación y reglamentación habilitante que genere confianza en el país, y, por cierto, de la disponibilidad de buen capital humano en toda la cadena de valor.
¿Cuánto Capital Humano se requiere? Para ejemplificar esta última dimensión, hay que mencionar el estudio de la agencia alemana GIZ para el caso chileno. Al 2050, si la producción de Hidrógeno Verde tiene solo un rol de cumplimiento de las Contribuciones Nacionales Determinadas, se necesitarán alrededor de 94.000 nuevos empleos. Esa cifra se multiplica en casi 8 veces en el escenario de producción exportadora que plantea la Estrategia, llegando a la necesidad de más de 740.000 nuevos empleos. Estas son las grandes externalidades positivas que trae esta nueva industria sustentable y su valor para la sociedad del país. Al exponer estas cifras, extraña que el Ministerio de Educación no sea un integrante del Comité Interministerial para la coordinación público-privado.
¿Qué Capital Humano se necesita? El mayor impacto lo percibe en la educación media técnico-profesional (EMTP) y en el ámbito de generación de capacidades laborales con educación terciaria. En el primero, es clave la posibilidad de que jóvenes puedan desarrollar un oficio que les otorgue sostenibilidad a sus proyectos personales. Un caso motivador es aquel de la Corporación de Educación de Mulchén y de su proyecto piloto de EMTP asociado al hidrógeno verde que beneficia a familias de estratos vulnerables. Mientras que, en el segundo, el interés es alcanzar una capacitación constante en una industria con un acelerado desarrollo científico-tecnológico en la educación terciaria, ello se ejemplifica con los muchos cursos de formación continua y/o diplomados en universidades.
En el portal de ChileValora, asociado a la operación de plantas de hidrógeno, ya existen los perfiles de Operador, de Mantenedor y de Supervisor de Planta. Esto se debe ampliar a la completa cadena de valor que comienza en la generación eléctrica, las desaladoras, la generación de hidrógeno y sus derivados energéticos, etc., y termina en el embarque de, por ejemplo: amoníaco en puertos.
¿Cuándo se necesita este Capital Humano? Si se considera el largo desarrollo de cualquier gran proyecto de Hidrógeno (Gigawatts de generación eléctrica, cientos de miles de hectáreas con instalaciones) recién al octavo año de los grandes proyectos corresponde al comienzo de producción comercial, pero el tiempo anterior se refiere al desarrollo y construcción de los megaproyectos que requiere otros profesionales desplegados en el territorio, y en las agencias gubernamentales. Esto requerirá un compromiso de todos los actores involucrados en la formación de capital humano en el país, que involucra tanto a las industrias mismas, como a las instituciones de educación media hasta las superiores. Definitivamente, la educación mejora la calidad de vida, y es imperioso invertir en ella como país Leer más