La ingeniería de túneles y espacios subterráneos es una de las ramas de la ingeniería más multidisciplinar, pues involucra disciplinas tan a priori dispares, como la geología, la geotecnia, las ingeniería estructural o las instalaciones electromecánicas, entre otras. Sin embargo, a mi juicio, el protagonismo le corresponde a las disciplinas relacionadas con la ingeniería del terreno: la geología, la hidrogeología, la geotecnia, entre otras; pues no hay que olvidar que estamos creando una excavación subterránea en el terreno, sea este un suelo o una roca.
En ambos casos es necesario por tanto conocer las características de resistencia y deformabilidad de este terreno, los esfuerzos que existen, etc. Si diseñamos un túnel a espaldas del terreno, nuestro proyecto fracasará.
Los túneles y otras obras subterráneas son necesarios en casi todos los proyectos de obra civil y de la minería. Así las infraestructuras requerirán túneles en sus carreteras, autopistas, líneas de ferrocarril, metros, donde, además, se construirán cavernas para alojar sus estaciones. Adicionalmente, cada vez más los proyectos hidroeléctricos están basados en centrales de paso, medioambientalmente amigables, que exigen un sinfín de obras subterráneas. En la minería subterránea evidentemente se multiplica la necesidad de hacer túneles, rampas, cavernas, piques, etc. Pero quiero resaltar otros usos, tal vez menos conocidos como es el almacenamiento de residuos radioactivos, los túneles para aceleradores de partículas como el CERN, laboratorios subterráneos para investigación en física de neutrinos, materia oscura y otros fenómenos.
Finalmente, me gustaría resaltar la creciente tendencia a la utilización del espacio subterráneo en nuestras ciudades. La ciudad actual es cada día más densa, con un espacio urbano en sus superficies, cada vez más limitado. En esta situación el aprovechamiento del espacio subterráneo es una necesidad, para la composición urbana tradicional, y para preservar, mejorando incluso, las condiciones en la superficie, liberando espacio para el ocio y zonas verdes en la ciudad del futuro. De este modo es seguro que en las ciudades del futuro el uso del espacio subterráneo se va a incrementar de forma notable. Y esto no es ciencia ficción, esto ya sucede en muchas ciudades como Montreal, Singapur, por nombrar algunos; e incluso aquí en Santiago no solo con su moderna red de infraestructura vial o de metro, pero también con la existencia de espacios subterráneo, como el centro cultural La Moneda, Plaza Ñuñoa o Subcentro de Apoquindo. Todo ello será cada día más habitual.
Por ello, además, del citado protagonismo de la ingeniería del terreno, la ingeniería de túneles requiere que sus proyectos tampoco se realicen de espaldas a la funcionalidad de este espacio subterráneo, abarcando estudios de ventilación, iluminación, control de su atmósfera, evacuación, etc., en síntesis de todas las instalaciones necesarias. Volviendo a la multidisciplinariedad de la ingeniería de túneles, es por ello, por lo que quiero resaltar que nos es fácil encontrar un foro académico donde se puedan ver juntos y coordinados estos temas. Sin embargo, la Universidad de Chile, a través de su “Diploma de Túneles y Espacios Subterráneos” ha logrado aglutinar un conjunto muy capacitado de profesores y profesionales de los túneles que abordan en profundidad, en sus clases, las distintas disciplinas necesarias para realizar un proyecto de túneles, sean estos de índole civil o minero.
Quiero terminar resaltando la tremenda potencialidad de la ingeniería de túneles en Chile. Quizá lo más inmediato, es hablar en este sentido de la minería, pues todos los yacimientos requerirán, tarde o temprano, pasar de los rajos abiertos a las explotaciones subterráneas.
Pero en obra civil, en Chile, las infraestructuras serán cada día más densas y de mayor calidad, y para ello los túneles son imprescindibles. Se abordarán las conexiones transandinas, y adicionalmente, sin duda, se van a potenciar las infraestructuras ferroviarias, muy demandantes, por sus restricciones en el trazado, de túneles.
Y, como he indicado antes, si los túneles son imprescindibles en las infraestructuras lineales, aún lo son más en las ciudades. Santiago posee una excelente red de metro que se está ampliando con la Línea 7, a la que seguirán las líneas 8 y 9. EFE abordará la conexión entre la Alameda y Quinta Normal, y la actual red de viales expresos urbanos seguirán la tendencia ya iniciada hace años con el Plan Santiago Centro (Vivaceta, Kennedy …) y por supuesto del cierre de Américo Vespucio. Pero habrá más, los túneles de la conexión R78 y R5, el túnel bajo el cerro Renca y la radial a Santiago.
Y en todas las grandes ciudades chilenas seguirá la tendencia de liberar espacios en sus superficies construyendo para ello, espacios subterráneos acogedores y seguros.
La ingeniería de túneles va a jugar un notable papel en el desarrollo de Chile, y para ello se requerirá de profesionales bien formados en todas sus disciplinas. Leer más