- “Disculpe señor, pero qué podría pasar si por alguna razón que ignoramos una persona liberara el 100% de su capacidad cerebral?” – un auditor.
- ¿Al 100%? No tengo idea." - Profesor Norman (interpretado por Morgan Freeman) en "Lucy".
Este icónico diálogo de la película nos lleva a reflexionar sobre el potencial ilimitado que yace dentro de nosotros. Ahora, traslademos ese pensamiento a la Inteligencia Artificial Generativa (Gen-AI), o la “G” del famoso GPT. Actualmente, estamos rascando la superficie de lo que la IA puede hacer. Pero ¿y si pudiéramos desbloquear su potencial completo?
La Gen-AI es la nueva rama de la Industria 4.0 que ya está dejando su huella en diversas industrias. En la medicina, está ayudando a diseñar medicamentos personalizados y tratamientos específicos para pacientes basados en su genética. En el mundo del arte, la Gen-AI está creando música, pinturas y literatura, colaborando con artistas para llevar su creatividad a nuevos niveles. En la agricultura, está optimizando los patrones de riego y prediciendo enfermedades en cultivos antes de que se manifiesten.
Ahora, imaginemos el potencial en la construcción. La Gen-AI podría analizar terabytes de datos de construcciones pasadas para prever problemas estructurales antes de que ocurran. Podría ayudar en el diseño de edificios, optimizando la eficiencia energética, la resistencia a desastres naturales y la comodidad para sus habitantes. En la gestión de proyectos, podría prever retrasos causados por el clima o la logística y adaptar el cronograma en tiempo real. Y en el sitio de construcción, podría coordinar robots y drones para tareas específicas, asegurando que el trabajo se realice de la manera más eficiente y segura posible.
Ahora bien, es innegable que existe una preocupación sobre la Inteligencia Artificial en General o GAI, una IA que puede realizar cualquier tarea intelectual que un humano puede hacer, y más aun sobre la superinteligencia artificial, que es una IA que supera la inteligencia humana. Sin embargo, es importante también hacer notar que aún estamos a un porcentaje muy alejado, tal como la posibilidad de utilizar nuestro cerebro al 100%, por lo que estamos muy lejos de alcanzar ese nivel de desarrollo de IA. Por lo que nuestros esfuerzos deben centrarse en prepararnos y adaptarnos, más que en temer sobre el futuro.
En este sentido, es imperioso que entendamos que la Gen-AI es una herramienta poderosísima que actúa como un copiloto en nuestra travesía tecnológica y, por lo tanto, nos asiste, nos guía y puede mejorar ostensiblemente nuestra productividad, pero sin descuidar el hecho de que, al final del día, somos nosotros quienes tomamos las decisiones. Por lo tanto, es esencial entender que la IA no está aquí para reemplazarnos, sino para potenciar nuestras habilidades.
En este sentido, es cierto que es muy probable que las labores que realizamos en la actualidad no serán las mismas en el corto plazo, pero no será una Inteligencia Artificial la que nos reemplace, sino más bien un humano que maneje herramientas de IA quien reemplace a aquel que no lo haga. No porque la máquina lo haya superado, sino porque otro humano decidió subirse al carro de la innovación.
Así que, al igual que Lucy, que desbloquea el 100% de su cerebro y alcanza habilidades sobrehumanas, debemos desbloquear el potencial de la Gen-AI en la construcción, pero teniendo siempre presente que, aunque tengamos un copiloto avanzado, el piloto principal somos nosotros.
Por lo tanto, sigamos los consejos del “profesor Norman” de la película Lucy, quien nos impulsa a "imaginar lo que podríamos lograr si aprovecháramos el 100% de nuestras herramientas, donde las capacidades y resultados que alcancemos dependerán de cuán lejos queramos avanzar, en el universo de las tecnologías de las evoluciones y revoluciones industriales que estamos protagonizando." Leer más