No es nada sorprendente indicar que a día de hoy sufrimos una escasez hídrica generalizada en el mundo. Más del 60% de la población mundial es afectada por este problema y ,aunque llevamos años tratando de mitigar y revertir la situación, todo lo que hemos venido haciendo hasta ahora como tratar de ahorrar agua, no es suficiente para asegurar el acceso al recurso y menos, a un recurso de calidad.
Es por esto que necesitábamos buscar cómo obtener agua más allá de los modos convencionales, encontrar nuevas fuentes de agua. Necesitamos obtener agua que además sea de la calidad adecuada para cada caso y esto solo podemos hacerlo mediante técnicas ‘no convencionales’ aunque totalmente probadas en todo el mundo como la desalinización y el reúso.
Cada actividad que realizamos,tanto en la industria como en el día a día, conlleva un consumo total de agua natural, tangible o ‘virtual’ del que tenemos que ser conscientes para poder revertirlo. Este consumo, evidentemente, genera un impacto en el planeta, dejamos una huella y por eso lo llamamos huella hídrica la cual será diferente dependiendo , por una parte, de donde se tome el agua para los procesos y, por otra, del proceso en sí. La huella hídrica es por tanto una herramienta de análisis que nos ayuda a relacionar las actividades de uso del recurso con los problemas asociados a ese uso y que nos sirve para, como decía, tomar conciencia pues a pesar de que el cálculo del agua virtual y la huella hídrica parezca no tener relación con la vida cotidiana, los patrones de consumo y producción involucra mucha agua, y es posible que tengan efectos en otra región del país o el mundo. Cada acción, cada producto o actividad ,conlleva una reacción, y este caso no es distinto.
A partir de aquí debemos ver cómo reducimos estos valores y es donde entran en juego la desalinización y el reuso:
La desalinización utiliza la fuente inagotable de agua como es el mar, se obtiene un agua pura a la que posteriormente se le añadirán los minerales necesarios y en proporción adecuada para el uso que se le vaya a dar al agua, según marca la normativa existente de consumo humano, riego, industrial, etc y consiguiendo así disponibilidad y calidad. Es una tecnología totalmente probada, segura,limpia, respetuosa con el medio ambiente y utilizada mundialmente que nos proporciona agua de forma eficiente y sostenible.
Mediante la reutilización de efluentes, lo que hacemos es limpiar esos efluentes, de modo que tengan una mejor calidad, apta para ciertas aplicaciones y darles una nueva vida. No solo se puede reinvertir en el proceso si no que se puede reusar esa agua para procesos distintos que la demanden. Se evita de este modo la extracción o el consumo adicional de agua proveniente de fuentes convencionales y al utilizar de forma sostenible el agua que se invirtió en un proceso ,alargamos su ciclo de vida útil y al nuevamente, se trata el agua para aportar la calidad adecuada como hacemos en la desalinización.
Para tener estos nuevos aportes de la calidad adecuada, existen normativas a seguir dependiendo del uso que se le vaya a dar a ese ’agua nueva’ pero también hay que tener en cuenta que la aparición continuada de nuevos contaminantes emergentes, que no están contemplados en normativas no tan actualizadas, es un nuevo punto a considerar en aras de la calidad.
Por tanto, ambas técnicas nos permiten reducir el consumo de agua convencional y se convierten en nuevas fuentes de agua ,reduciendo y compensando la huella hídrica y el impacto de cualquier proceso en el medio ambiente, siendo técnicas sostenibles y respetuosas que mejoran la disponibilidad, el acceso al recurso y por supuesto, la calidad.
¿Qué papel juega la colaboración entre el sector público y privado en el desarrollo de plantas desaladoras y otras iniciativas para mejorar la gestión del agua?
Queda mucho por avanzar pero estamos en el buen camino. Muchas plantas desalinizadoras o ciertas gestiones son empujadas por entes privados pero sería más rápido y fácil con el apoyo del sector público. La colaboración entre ambos sectores sin duda juega un papel fundamental en el desarrollo y gestión del agua y,por tanto, en la solución al problema en que nos encontramos inmersos.
Hace falta una gran financiación para llevar a cabo estos procesos, se dice que algo no se lleva a cabo si no es rentable y con la ayuda del sector público, de los gobiernos, el sector privado podría desarrollar estos proyectos siendo más rentables para ellos, por tanto más atractivos y posiblemente se se agilizarán los procesos. El sector privado posee la tecnología necesaria para desarrollar ampliamente estos proyectos y ,si bien tiene acceso también a su propio capital para poder hacerlo, el sector público podría contribuir mediante la creación de un marco regulatorio y apoyo financiero. Es necesario que desde las administraciones públicas se creen una serie de apoyos económicos, subvenciones, incentivos fiscales que hagan más atractiva la inversión tanto en desalinización como en reuso e iniciativas para mejorar la gestión sostenible del agua, políticas públicas que sumen .
A la par, es el sector público quien mejor conoce las necesidades hídricas en la zona de la que son responsables, son ellos quienes mejor pueden entender los proyectos prioritarios y coordinar con el sector privado para trazar la viabilidad y ejecución de proyectos que lo solventen.Es además el sector público quien debe regular el uso del agua y desarrollar las infraestructuras necesarias para que los proyectos, ya sean plantas de tratamiento o desalinizadoras, puedan también llevarse a cabo. El trabajo colaborativo asegura la identificación de desafíos y oportunidades y el desarrollo de sus soluciones de modo eficaz y sostenible
Por otra parte, no solo debemos centrarnos en lo económico, también es necesario cubrir las necesidades y objetivos sociales y ambientales. Es necesario desarrollar políticas sociales. Políticas ambientales, trabajo con las comunidades para darles información y conocimiento acerca de lo que ocurre, concienciar del problema, informar de cómo estas iniciativas ayudarán y contribuirán en el desarrollo económico y cultural de la zona y, no menos importante, generar programas públicos de capacitación relacionados con estas nuevas tecnologías de modo que también los propios trabajadores de estas tecnologías lo hagan de forma eficiente, responsable y sostenible
Por último, cabe hablar también de la transparencia de los procesos al estar más de un ente involucrado. El sector público puede establecer marcos regulatorios y de supervisión, mientras que el sector privado puede implementar prácticas de gestión responsables y el estar ambos involucrados transparencia y rendición de cuentas en la gestión del agua
¿Cuáles son los beneficios potenciales de los Polos Industriales Water Positive (PIWP) y cómo pueden estas iniciativas contribuir al desarrollo económico y sostenible para Latam?
En los polos industriales se concentra gran cantidad de tecnología y actividad industrial. Esto supone muchas ventajas tales como ayuda entre la industria, competitividad, innovación, transferencia de conocimientos, cadenas de suministro más eficientes, generación de puestos de empleo, mejora de la economía (economía de escala ) ,atracción de interés e inversión, mejora de accesos, infraestructuras, demanda más localizada etc etc , muchos beneficios reseñables que los convierte en un gran impulso que activa y actúa como motor de una región o un país. Pero por otra parte, existiría un inconveniente de toda esta centralización y concentración geográfica que es la demanda localizada de recursos que, cuando un bien escasea, puede convertirse en un problema.
Al centralizar todo esto, evidentemente se genera una gran necesidad de agua para poder cubrir la demanda inherente a todos estos procesos, lo que podría suponer un impacto negativo adicional para el medio ambiente. Sin embargo, si logramos que estos núcleos tengan su propia fuente de agua, neutralizamos este problema.
Es por eso que apostamos por la unión de ambos conceptos generando así los PIWP ya que, al añadir el concepto de wáter positive a la idea del nearshoring, se disminuye el consumo de agua proveniente de fuentes naturales y además se mejora su calidad y se ayuda a la mitigación del cambio climático al estarse implementando las adecuadas prácticas de gestión con lo que lograríamos así polos industriales sostenibles: industrias que sirvan de economía de un país o región y que además sean respetuosas con el medio ambiente y comprometidas socialmente.
Dentro de los beneficios, además del desarrollo económico y sostenible ya mencionado en caso de ser, al menos, neutros en agua (es decir, que se genere la misma cantidad de agua que se consume o que se compense la huella hídrica), estos núcleos pueden ser wáter positive, lo que dotaría a la zona de unos beneficios adicionales.
Como ejemplo, el agua ‘excedente’, el positivo’ , el agua que se ha generado mediante técnicas de desalinización o reúso y que no son consumidos por la propia industria involucrada, puede ser destinada a necesidades de los alrededores, ya sea el riego o el consumo humano, lo que mejoraría el acceso al agua de estos consumidores, sería un consumo más equitativo y por tanto la calidad de vida de las comunidades cercanas mejoraría también.
Para hacerlo posible y que realmente sea sostenible, eficiente y poder beneficiarnos de las ventajas indicadas y la idea expuesta, es necesario buscar una localización adecuada. El modo más eficaz de cubrir esta demanda de agua es mediante desalinización de agua de mar para lo cual, se deberá encontrar un emplazamiento adecuado cerca de la costa donde construir una planta desalinizadora.
Además, para hacer de nuevo la mejor gestión del agua posible y por todo lo ya mencionado, es también necesario y deseable una colaboración público privada. Hay que enfatizar la importancia de la gobernanza del agua: en muchos de estos casos, los productos ,bienes o servicios, no se quedan localmente, la implementación de los polos industriales también conlleva la exportación, es decir, una cadena productiva transversal y larga geográficamente en la que se vuelve vital tener en cuenta la huella hídrica a lo largo de toda la cadena productiva, hasta el consumidor final, y proteger y minimizar sus impactos a nivel local, punto en el que el sector público y sus políticas de protección son fundamentales.
También hemos de considerar la formación necesaria. Capacitar a las empresas de los PIWP y a sus trabajadores - tanto de las diferentes industrias del Polo como de las plantas y procesos de agua asociadas- para un adecuado funcionamiento de los procesos, control eficiente de las operaciones o el manejo de situaciones críticas, hará que las actividades y desarrollo de los PIWP alcance su versión más útil, eficiente y sostenible.
Los polos industriales son una estrategia clave para impulsar el crecimiento y desarrollo de las industrias que, al unirse con la iniciativa wáter positive son además sostenibles y que apuntan a un desarrollo económico, social y la protección del medio ambiente.