¿Cuál es el aporte en mejorar las competencias técnicas de los trabajadores de la construcción en El Salvador?
Es un placer dirigirme a toda la audiencia de una de las revistas más destacadas en Chile y Latinoamérica en el sector de la construcción y poder destacar los avances en el fortalecimiento de las competencias técnicas de los trabajadores del rubro en El Salvador.
Al respecto, el Instituto Salvadoreño del Cemento y Concreto (ISCYC), desde su fundación en 1985 (38 años) ha estado comprometido con la promoción de la excelencia en la industria de la construcción local. Reconocemos que una fuerza laboral altamente calificada, es fundamental para la ejecución de proyectos de construcción exitosos, y es por ello, que hemos establecido una colaboración estratégica con el Instituto Americano del Concreto (ACI), a través de nuestra calidad de Sponsoring Group que nos permite impartir programas de certificación técnica internacional, validando la capacidad de los técnicos de realizar diferentes ensayos al concreto, materias primas, supervisión y la ejecución de actividades especializadas en construcción con concreto.
Al habilitar localmente la oportunidad de que nuestros trabajadores adquieran estas certificaciones, también estamos proporcionándoles las herramientas necesarias para mejorar su competencia técnica, contribuyendo al crecimiento y competitividad de la industria de la construcción en El Salvador.
Nuestra alianza con el ACI no solo se traduce en la adquisición de conocimientos técnicos de vanguardia, sino que también representa un paso importante hacia la estandarización internacional y la mejora de las prácticas en la construcción.
Así mismo, quiero destacar que nuestro instituto forma parte de los centros de formación debidamente acreditados por el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp), una organización semiautónoma que apoya económicamente a la industria de la construcción a través de la formación profesional. En este contexto, llevamos a cabo encuentros formativos que incluyen la participación de ponentes tanto nacionales como internacionales, abordando una amplia gama de temas relevantes para el sector de la construcción, tales como control de calidad y seguridad en obras, materiales, pavimentos, topografía, construcción en su conjunto, gestión de costos y presupuestos, seguridad ocupacional, el uso de herramientas y software especializados como BIM, así como prácticas relacionadas con la construcción sostenible, entre otros.
¿Cuál es la situación actual en la calidad de la vivienda informal y qué medidas están tomando para impulsar el uso del cemento, mortero y concreto?
El Salvador, es un país que posee una población de 6,314,000 habitantes, de los cuales el 62% vive en área urbana y 38% en área rural. El 71% de estos hogares presentan un déficit habitacional y el 41% presentan condiciones de hacinamiento de acuerdo a datos emitidos por la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL) en un escrito sobre la Situación de Vivienda en El Salvador.
La magnitud de la crisis de vivienda actual exige una actuación directa para responder a las necesidades de la población que carecen de acceso a vivienda adecuada en asentamientos informales, ya que mejorar las condiciones de vida de quienes habitan en asentamientos informales tiene implicaciones que van más allá de su bienestar individual y afectan a toda la sociedad. Las familias que cuentan con una vivienda digna, que cubre los aspectos de tenencia segura; disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructuras, asequibilidad, habitabilidad, accesibilidad, ubicación y adecuación cultural, tienen una base firme para un futuro mejor.
Para que la vivienda sea determinante para el desarrollo humano, debe abordarse de una forma integral teniendo en cuenta el cumplimiento efectivo de todas sus dimensiones, entre ellas está la disponibilidad de materiales, instalaciones e infraestructuras oportunas. Es precisamente donde el ISCYC promueve y participa técnicamente a través del programa “100 Mil Pisos para Jugar” una iniciativa de la Federación Iberoamericana del Cemento (FICEM) y Hábitat para la Humanidad que busca reemplazar 100 mil pisos de tierra por concreto en viviendas vulnerables en todo América Latina y el Caribe en un plazo de cinco años (al 2028).
Los pisos de tierra son focos de enfermedades ya que albergan parásitos, bacterias e insectos que causan diarreas, enfermedades respiratorias, anemia, malnutrición, entre otros. Un estudio del Banco Mundial y la Universidad de California confirma que el sustituir un piso de tierra en una casa genera beneficios directos en la salud de las familias: los niños tuvieron una reducción de un 70% en las infecciones parasitarias, 49% en diarreas y 81% en anemias; además de incrementar el desarrollo cognitivo de un 36% a 96%.
A la fecha se han desarrollado varios proyectos en América Latina con el apoyo de la empresa privada, institutos técnicos y organizaciones que se suman a esta iniciativa de impacto social. Leer más