La durabilidad de los hormigones es un elemento incorporado recientemente en la norma de hormigón chilena, la cláusula seis establece requisitos por ataque de agentes internos de responsabilidad del fabricante del hormigón y agentes externos.
La durabilidad se define como la capacidad de una estructura o elemento de hormigón de resistir, las condiciones físicas y químicas a las que va a estar expuesta, durante la vida útil para la que fue proyectada. El reglamento ACI318 a su vez, indica que el ambiente donde se ubica la estructura determina la categoría de exposición para la selección de los materiales, detalles de diseño y requisitos de construcción para minimizar el deterioro potencial prematuro de la estructura, causado por efectos ambientales, y que la durabilidad de una estructura también se ve influenciada por el nivel de mantenimiento preventivo. En síntesis, la durabilidad está definida por el ambiente y las acciones de mantenimiento preventivo que reciba.
La exposición del hormigón a agentes externos debe ser especificada por el proyectista, pues conoce el servicio y el ambiente en que va a estar expuesta la estructura. La NCh170-2016 además, incorpora a la discusión la característica de permeabilidad del hormigón definida como la resistencia del mortero u hormigón a la penetración de agua bajo presión medida por la profundidad de penetración de agua de acuerdo con NCh2262, medida en milímetros. La misma norma establece que un hormigón de baja permeabilidad incrementa su durabilidad y contribuye con la protección de las armaduras frente a la corrosión, dejando explícito que, para obtener un hormigón durable, es necesario considerar medidas adecuadas en el diseño de mezcla, la fabricación, correctas prácticas de colocación, compactación, curado, protección del hormigón. Sin embargo, también menciona que el uso de materiales adecuados y su correcta dosificación no son suficientes para garantizar por sí solo un hormigón durable. Debemos recordar, además, que cualquier agente agresivo para el hormigón va a ser más destructivo en presencia de agua, debido a que el hormigón es por definición un material poroso.
Así, debemos preguntarnos: ¿cómo conseguir un hormigón impermeable?, existen varios caminos:
1.- Implementar una barrera física como membranas asfálticas o similares que eviten el ingreso de sustancias agresivas por los poros y capilares del hormigón; en este caso el hormigón se considera no expuesto a ambientes agresivos.
2.- Especificar recubrimientos adicionales que retrasan el ingreso de sustancias dañinas para el hormigón, los distintos códigos ACI318 o ACI224 presentan indicaciones al respecto.
3.- Diseñar mezclas para favorecer la impermeabilidad a través de dosis de cemento, correcta granulometría, aditivos, una colocación adecuada y curado cuidadoso.
Este tercer enfoque se aborda desde la tecnología del hormigón, y por lo general, se combinan esfuerzos para mejorar la durabilidad del hormigón. La dosis de cemento es tan importante como la compacidad de los áridos y la razón agua cemento es tan importante como la aplicación de un buen curado.
En este último punto debo indicar que aditivos impermeabilizantes hidrófugos son efectivos en hormigones con bajas dosis de cemento, hormigones de altos grados con más de 360 kg de cemento por m3 son suficientemente impermeables por sí mismos en la mayoría de los casos.
Un método para determinar la permeabilidad y relacionarla a la vida útil es el llamado “Método de Torrent”, ensayo no destructivo y de fácil aplicación en terreno, este ha ganado aceptación alrededor del mundo, ha sido normalizado en Suiza y está también incluido en las “Guías para evaluación de desempeño de estructuras de hormigón existentes” del Instituto de Hormigón de Japón (JCI), así tenemos aún muchas tareas pendientes en un país donde principalmente se construye con hormigón. Leer más