El mes pasado se realizó Expomin 2023 en el nuevo Parque Fisa Santiago, situado en el km 16 de la Ruta 68. Los organizadores estimaron que llegarían más de 50.000 profesionales provenientes de más de 30 países, a los cuales los esperaban más de 1.000 expositores en un poco menos de 100.000 m2.
En los cuatro días que duró la feria, se realizaron 14 seminarios, con la presencia de más de 70 relatores de distintas nacionalidades, lo que hacía proyectar negocios por más de MMUS$1.000 en dicha semana. Con esas proyecciones, sin duda alguna, Expomin es la exhibición minera más grande de Latinoamérica. Números impecables en el papel, pero si miramos lo que sucedió en la práctica, esta feria es un gran ejemplo de cómo una actividad periférica puede afectar la productividad de la actividad principal.
La minería se desarrolla principalmente en zonas aisladas entre las regiones de Antofagasta y Atacama, donde se produce casi el 20% del cobre a nivel mundial, por lo que la gran mayoría de la fuerza laboral minera del país se encuentra en ese sector. Trabajadores con agendas laborales intensas y para los cuales, generar tiempo disponible para asistir a Expomin es un desafío no menor.
El lunes, primer día de exhibición, se encendieron todas las alarmas. A las 11:00 se informaba de una muy alta congestión en la ruta 68. Asistentes reportaban que demoraron dos horas en llegar, ante lo cual, la organización salió al paso de las críticas indicando que la congestión “no se debería volver a repetir en los próximos días”. La salida de esa tarde y los siguientes días fue peor, algunos participantes informaban que les había tomado tres horas salir del estacionamiento, para completar casi cuatro horas para llegar de vuelta a sus hogares. Destinar casi seis horas en traslados es un costo demasiado elevado, frente a este escenario, la decisión más sensata fue no asistir este año a Expomin.
¿Cuántas visitas no se realizaron?, ¿cuántas reuniones no se materializaron?, ¿cuántos visitantes tuvieron que ajustar su agenda y destinar un menor tiempo a recorrer la feria?, ¿cuál fue el recuerdo que llevaron los asistentes y expositores?, ¿Cómo será recordada Expomin 2023? Al trabajo no se llegó comentando los nuevos productos que se vieron o las potenciales aplicaciones que estos tenían en faena. La conversación giró en torno a la congestión, a las horas de espera y al tierral del estacionamiento.
Para que un inversionista tome la decisión de invertir, no solo se necesitan reservas y recursos de cobre. Es necesario poseer un ecosistema técnico maduro, donde exista una cantidad de profesionales necesarios y suficientes que permitan la viabilidad no solo del proyecto, sino también de la operación.
Se requieren profesionales y técnicos que conozcan el negocio, y no solo sean expertos en extraer el mineral desde las entrañas de la tierra, sino también sean capaces de diseñar plantas de beneficio que posteriormente operarán a la vanguardia tecnológica mundial. Profesionales que incluyen especialistas en logística y contratos, ya que se necesita que todo funcione muy bien. Expomin es una gran carta de presentación, y si queremos seguir compitiendo con empresas de clase mundial, debemos estar a la altura de los desafíos y lo sucedido en la semana no refl eja en lo absoluto el nivel de gestión de la industria minera, la organización no fue capaz de predecir ni gestionar el caos, para que en los días posteriores no volviera a ocurrir. Los 30 minutos de salida de Espacio Riesco, en las ediciones anteriores, parecen ser hasta un lindo recuerdo. De cómo una actividad periférica afecta a la actividad principal, se parece mucho a situaciones que vivimos en nuestro día a día y que pasan, a veces, muy desapercibidas debido a que la alta gerencia no los ve o no los vive
Ejemplos hay varios: los tiempos perdidos en la fila de la garita de ingreso, la cantidad de documentación necesaria para realizar acreditaciones y habilitaciones, la extensión de la fila del casino. ¿Han tratado de instalar una impresora en faena? Es lo más parecido a una experiencia kafkiana que uno puede tener. A veces, por preocuparnos del corazón del negocio, descuidamos elementos secundarios que sin darnos cuenta afectan la productividad del negocio principal. Y en tu centro de trabajo, ¿cómo se gestionan los tiempos muertos?, ¿cuántas filas existen que ni siquiera has visto? Si queremos dar el tan ansiado salto en productividad, no solo debemos hacer mejor lo que ya sabemos hacer bien, sino lograr disponer de la mayor cantidad de tiempo posible para realizar nuestra actividad principal. La minería del futuro la construimos todos. Leer más