La industria de la construcción, a menudo caracterizada por su arraigada tradición, está siendo testigo de un renacimiento educativo a través de la intersección entre la psicología del aprendizaje y metodologías de vanguardia. En un emocionante y reciente estudio llevado a cabo por la Escuela de Ingeniería Civil de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en colaboración con la consultora Malabares, se ilumina un camino promisorio hacia la enseñanza y aplicación efectiva del Sistema del Último Planificador (LPS, por sus siglas en inglés). Esta investigación trasciende las fronteras convencionales de la educación en la industria de la construcción, introduciendo el método Malabares como una herramienta de cambio y progreso.
El estudio, enmarcado en las Proceedings of the 31st Annual Conference of the International Group for Lean Construction (IGLC31), marca un hito significativo al explorar la sinergia entre la psicología del aprendizaje y la implementación eficaz del LPS. La metodología Malabares, cuidadosamente diseñada y perfeccionada por la empresa consultora homónima, se convierte en la tela en la que se teje este emocionante tapiz de innovación. En el corazón del estudio se encuentra una pregunta intrigante: ¿Cómo podemos mejorar la enseñanza y la adhesión al LPS a través de una comprensión más profunda de cómo las personas aprenden y aplican el conocimiento? La respuesta, a través del Método Malabares, es un testimonio sorprendente de cómo el poder de la psicología puede impulsar la eficacia de las metodologías de gestión.
El Método Malabares se compone de seis factores clave que se convierten en cimientos para la interacción educativa. A través de la seguridad, la confianza y la disposición de aprender, un vínculo auténtico y enriquecedor se forja entre maestro y estudiante, allanando el camino para transmitir el LPS de manera efectiva. La gamificación de los contenidos refuerza aún más este puente, enriqueciendo la experiencia educativa y desafiando las limitaciones tradicionales.
Más allá de los confines del aula, el estudio también destaca la importancia de la participación transversal de todo el equipo, incluidos administradores y gerentes en el terreno. El programa de implementación, que entrena a los equipos de trabajo en sus propios lugares de trabajo, emerge como un piloto clave para cultivar el hábito de la planificación a largo plazo bajo el LPS. Esta estrategia sienta las bases para un aprendizaje arraigado y duradero, una piedra angular esencial para el éxito sostenible.
La evolución del Método Malabares a lo largo de tres etapas de desarrollo ilustra un compromiso constante con la mejora continua, un valor intrínseco a la filosofía Lean. Las aplicaciones concretas del método, que va más allá de la mera comprensión intelectual, son un testimonio del poder transformador de esta sinergia entre psicología y metodología. El estudio no solo abre una nueva dimensión en la educación en la construcción, sino que también resuena como un ejemplo de desarrollo continuo en sí mismo.
Aunque el estudio reconoce sus limitaciones y llama a futuras investigaciones cuantitativas más detalladas, no podemos subestimar su impacto. Este puente entre la psicología del aprendizaje y la aplicación efectiva del LPS se traduce en una educación más profunda y duradera, con un énfasis en la creación de estructuras cognitivas, mapas mentales y recuerdos significativos. Es una afirmación audaz de que el aprendizaje efectivo y la aplicación práctica no solo son posibles, sino que también son intrínsecos a la transformación en la industria de la construcción. Leer más