Entre los agentes que ocasionan daños a la madera en servicio en Chile se encuentran los insectos que la consumen (xilófagos), reconociéndose dos grupos principales: Los insectos de ciclo larvario, donde la mayoría pertenece a los coleópteros. Son insectos pequeños de cuerpo alargado de 2 a 7 mm y algunos hasta 25 mm, algo aplanados de color café a negro, con un par de alas duras (élitros). Algunas especies de este grupo de insectos tienen amplia distribución en el mundo (Anobium punctatum), otras en sudamérica (Polycaon chilensis) y otras solo en Chile (Lyctus chilensis).
En este grupo los individuos pasan por distintos estados (huevo, larva, pupa, adulto), siendo la larva, la que generalmente ocasiona el daño que consiste en galerías y perforaciones (carcomen) y que pueden llegar a convertir en polvo la madera. Si bien el daño puede ser intenso, generalmente es localizado y favorecido por condiciones adecuadas de temperatura y humedad en la madera.
El segundo lo constituyen las termitas, insectos con una organización “social”, donde existen grupos con funciones definidas dentro de la sociedad o colonia. En nuestro país, los entomólogos han descrito la presencia de cuatro especies en el continente, dos que consumen madera seca en la zona centro norte: Criptotermes brevis de amplia distribución en el mundo, la Neotermes chilensis Blanchard especie chilena, y los Porotermes quadricollis que consumen madera con alta humedad en el centro sur, todas estas viven en el interior de la madera y a excepción de Cryptotermes brevis el daño que realizan a la madera en las construcciones es económicamente aceptable.
Mientras que la especie Reticulitermes flavipes, que fue introducida hace varias décadas , y que que a diferencia de las anteriores establece la colonia bajo tierra y se desplaza sobre la superficie construyendo ductos de barro para alcanzar su alimento (celulosa de la madera), convirtiéndose en una plaga urbana que ocasiona importantes pérdidas en las construcciones a nivel mundial y también en Chile, donde se ha adaptado muy bien y ha tenido una rápida expansión en las tres últimas décadas, estableciéndose en las regiones Metropolitana, V, VI y VIII.
No disponemos de información sobre el costo anual que implica el accionar de esta plaga, pero se estima para una vivienda de 70 a 100 m2 un costo de entre 1 y 2,5 millones de pesos sólo el control en base a cebos (no siempre exitoso) realizado por empresas de control de plagas en nuestro país.
Recomendaciones para evitar estos insectos
En primer lugar, en áreas donde existe la plaga, se debe realizar un tratamiento de pre-construcción en el suelo, y realizar un control y monitoreo de la colonia presente. Verificar el uso de elementos estructurales de madera y o compuestos a base madera protegidos contra las termitas ya que no son atacados por los insectos, específicamente los que estarán en contacto o cerca del suelo. Además, y esto es para sectores con y sin presencia de termitas, se deben proteger los revestimientos y otros elementos expuestos al exterior de las construcciones, con protectores superficiales probados contra termitas y realizar la mantención regular. Evitar riego de plantas alrededor de la vivienda, informarse sobre los signos que indican la presencia de estos insectos, comunicar al municipio y tomar las acciones de control. Leer mas