¿Ante escenarios cambiantes de negocio y desarrollos tecnológicos acelerados en contextos geopolíticos de alta tensión, sin duda, aumenta considerablemente la incertidumbre, lo que podría impactar aún más el desempeño de megaproyectos de inversión. Sin embargo, dadas las demandas derivadas de la transición energética, la adaptación de infraestructura, el aumento del requerimiento de minerales, cambios en plantas de manufactura, entre otros, estas inversiones parecen solo aumentar. Como es sabido, en general estos proyectos no tienen buenos desempeños, las causas pueden ser múltiples, pero se reconoce que surgen debido a su gran tamaño, a los largos plazos incurridos desde que se diseñan hasta que se ponen en operación, a la integración y complejidad de lo que significa trabajar con diversas disciplinas y stakeholders, y también por qué no decirlo, porque pueden ser conflictivos socialmente y por las influencias políticas cambiantes a los que se ven expuestos.
Uno escucha que necesitamos seguir avanzando en la transición energética, en descarbonizar la economía y adaptarla a los efectos de la crisis climática, en incorporar tecnologías más sustentables en la extracción y procesamiento de minerales, pero también que urge acortar los plazos para cumplir las metas comprometidas en el país, capturar valor para este y hacer un uso eficiente de los recursos, minimizando los sobrecostos de los proyectos.
En relación a los plazos, podríamos aprender de era digital, ya que se caracteriza por la agilidad empresarial, la que según el Global Center for Digital Business Transformation (GCDBT) consiste en una “meta-capacidad” compuesta por tres capacidades, la hiperconsciencia, la toma de decisiones basadas en datos y ejecución rápida. Una era también marcada por aumento de startups y scaleups generando disrupciones en la economía.
¿Habrá un aprendizaje que se pueda rescatar de ese sector que pueda incorporarse en los megaproyectos? Identifico al menos los tres siguientes:
Pero lo digital es también colaboración, es buscar respuestas sistémicas, co-diseñadas con diversos actores, y no cabe duda de que hay más ámbitos a trabajar en esta línea, cambios culturales, manejo de intereses de distintos stakeholders, innovar en el desarrollo de alianzas público-privada, sobre todo porque en este ámbito se requieren acuerdos, donde no puede haber ganadores y perdedores, el resultado depende de que todos rememos en la misma dirección.
Considerando la gran cantidad de proyectos a desarrollar, valdría la pena buscar un camino distinto para el desarrollo de megaproyectos, es cuestión de planteárselo como un gran problema a resolver (wicked problem), ya que “la permisología” podría ser sólo el síntoma del real problema que estamos dejando bajo la alfombra.
Bien podría ser la necesidad de hacer frente a la crisis climática una razón que nos una para buscar una respuesta co-diseñada desde la participación, usando la inteligencia colectiva, que muchas veces no se toma en cuenta en la toma de decisiones. Liderazgo nuestro gran desafío para el 2024, vayan, por tanto, mis mejores deseos para el año que viene. Leer más