Las mujeres constituyen alrededor de un cincuenta por ciento de la población, pero como bien lo expresa John Lennon en su canción Women, no somos simplemente la mitad de la población, suena más inclusivo e integrador “the other part of the sky“. Comienzo así esta columna, porque si bien las cuotas se utilizan para impulsar las transformaciones de igualdad de género, creo que el objetivo en cualquier ámbito sobre la participación de la mujer, debiera estar puesto en la inclusión, valorando la diversidad y persiguiendo temas de fondo, en algo tan simple como tener las mismas oportunidades de realización.
El Monitoreo de Indicadores de Empleo Local y Género, realizado de manera conjunta entre CCM (Consejo de Competencia Mineras) y el Programa Eleva de Fundación Chile, muestra que la participación laboral de mujeres en la gran minería, si bien ha estado subiendo consistentemente en los últimos años, los aumentos siguen siendo discretos, de 14.3% a diciembre de 2021 a 15% en el primer semestre de 2022.
Quienes hemos trabajado en el sector, sabemos que además de la preocupación por aumentar la participación de mujeres, poniendo foco en la contratación, es una parte del desafío, la otra tanto o más importante, sigue siendo la retención y brindar oportunidades de desarrollo acordes. Esto por supuesto conlleva a que las empresas, por su cultura tradicional masculinizada, debieran considerar el enfoque de género en sus estrategias de desarrollo de carrera.
Recuerdo cuando entré a trabajar en minería en los años 90, existía el prejuicio de que las mujeres no podían entrar a la mina por las creencias de “traer mala suerte“, hoy eso parece, al menos eso espero, absurdo. Habiendo trabajado casi 20 años en minería decidí cambiar de sector, el 2008, en esa época la participación de mujeres era aún bastante baja, menos del 6-8%. Después de eso trabajé unos 10 años en innovación en distintos tipos de instituciones. Aprendí de diversas culturas, saberes y por supuesto a valorar la diversidad y su aporte a la innovación. Creo que tanto la minería, como aquellos sectores aún masculinizados (otros como la construcción o las áreas de tecnología), debieran apostar más decididamente por la inclusión y la diversidad, como un factor relevante para el éxito de las estrategias de negocio y de sostenibilidad y no solamente perseguir las cuotas socialmente acordadas.
No cabe duda que la minería es una actividad importante para la economía nacional, y de acuerdo a las proyecciones de demanda de recursos minerales, también será importante para la transición a economías más sustentables y sostenibles. Esta transición demandará cambios en diversos ámbitos y por supuesto también en la forma de hacer minería. Nuevos conocimientos y diversidad de disciplinas, así como la incorporación de nuevas tecnologías y mayor automatización abrirán espacio a nuevos puestos de trabajo. Estamos entonces en un momento crucial para diseñar los cambios considerando el enfoque de género, haciéndonos cargo hoy, de las oportunidades que brindarán las empresas en los próximos años a las nuevas generaciones.
Otro factor importante para la retención y atracción de talento femenino en la minería está asociado a la cultura, sabemos lo difícil que es cambiarla y lo lento y poco consistentes que suelen ser esos procesos. Habiendo estado más de 30 años ligada a la minería, aún hay estereotipos, por ejemplo, de lo que se espera de un profesional o ejecutivo de la minería y la valoración de los liderazgos femeninos con sus formas de ejercerlos. Más innovación y mejoras significativas en productividad, vendrán de la mano de innovación y tecnología impulsadas por la diversidad de enfoques.
Se acerca el día internacional de la mujer y marzo se ha convertido en un mes donde muchas instituciones reivindican su compromiso con la equidad de género. Este año el lema es “Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género“. Sería una muy buena señal, que las estrategias de desarrollo de las empresas del sector, consideren el enfoque de género, pues sabemos que hoy estamos diseñando y construyendo el futuro de la minería.
Compatibilizar la vida laboral con la familiar o personal y disponer de ambientes más inclusivos ya no sólo está dentro de las expectativas de mujeres, sino que también de los jóvenes. Entonces está más que claro, que el futuro que está emergiendo, ese futuro digital, es que nos habla de transformaciones, no puede quedarse sólo en discurso, sería lamentable volver a llegar tarde. Leer más