¿Cuáles son los beneficios técnicos que actualmente se identifican al construir con madera?
La evolución tecnológica en el ámbito de la madera ha posibilitado, por un lado, la optimización del material, permitiendo la obtención de piezas de mayores dimensiones a partir de madera de menor tamaño, y por otro lado, la producción de productos homogéneos.
Es destacable el avance, en años recientes, en la construcción de edificaciones de mediana y gran altura, impulsado en el caso de Chile por actores tanto públicos como privados que promueven el uso de la madera en la construcción. Estos esfuerzos han facilitado el desarrollo de proyectos piloto demostrativos, generando valiosos aprendizajes y abriendo el camino para nuevas iniciativas.
En este sentido, existe una oportunidad significativa en la aplicación de procesos industriales que confieren a la madera estabilidad, predictibilidad y alto rendimiento. La industrialización en la construcción posibilita la fabricación de componentes modulares tanto para nuevas construcciones como para la remodelación de estructuras existentes, lo que conlleva a una reducción en el consumo de materiales, la generación de residuos, los plazos y por lo tanto los costos de construcción.
Esto podría ser un aporte significativo en un contexto actual de déficit habitacional en Chile, donde las viviendas industrializadas en madera se convierten en una oportunidad real de abordar esta problemática de manera efectiva y sostenible.
¿Cómo apoya la construcción con madera al desarrollo de una industria de la construcción más sustentable?
En términos ambientales, cabe destacar la amplia disponibilidad del recurso forestal en todo el país, convirtiéndose en un material local y renovable que contribuye a la reducción del impacto ambiental durante su utilización. Optar por la madera como material de construcción implica reducir el consumo de recursos no renovables y evitar la generación de residuos contaminantes. Además, su ciclo completo, desde la producción hasta el fin de su vida útil, presenta el potencial de impulsar prácticas relacionadas con la economía circular.
Su producción es en su mayoría natural, aprovechando la energía solar y absorbiendo dióxido de carbono durante el proceso de crecimiento del árbol. Durante el proceso de fotosíntesis del árbol, la madera actúa como sumidero de CO2 y, al convertirse en un material de construcción, se comporta como un almacén de carbono. Por lo tanto, el uso de madera proveniente de prácticas de manejo sostenible se convierte en una acción que contribuye a mitigar el cambio climático.
Por otra parte, los sistemas constructivos en madera posibilitan la reducción de la demanda de energía, ya que es un material que proporciona buenas condiciones aislantes en comparación con otros materiales y flexibilidad para el diseño de sistemas constructivos energéticamente eficientes.
Estos atributos tienen el potencial de contribuir al cumplimiento de compromisos internacionales de reducción de emisiones, a alcanzar objetivos nacionales de descarbonización, así como a reducir problemáticas ambientales locales como la contaminación atmosférica y generación de residuos, entre otras. Leer más