En el dinámico sector de la construcción en Chile, es crucial que las empresas implementen estrategias efectivas para mejorar la productividad y reducir costos a través de una gestión de procesos eficiente. Las siguientes prácticas pueden ayudar a evaluar y optimizar estos sistemas:
- Indicadores de desempeño (KPIs): Implementar indicadores clave como el costo por metro cuadrado, duración del proyecto, y productividad de los trabajadores. Estos KPIs permiten medir y comparar el desempeño entre proyectos y a través del tiempo, identificando tendencias y áreas de mejora.
- Análisis de riesgos y desperdicios: Es fundamental identificar riesgos y desperdicios en todos los procesos para mitigarlos eficientemente. Este análisis ayuda a detectar ineficiencias que afectan los costos y la productividad, y propone acciones correctivas específicas.
- Benchmarking: Comparar procesos internos con los estándares de la industria y prácticas de otras compañías es esencial para identificar prácticas superiores y áreas susceptibles de mejora.
- Análisis de costos y ahorros: Realizar análisis detallados de los costos de proyectos y compararlos con los presupuestos planificados proporciona una visión clara de la efectividad de las estrategias de reducción de costos.
- Evaluación de la eficiencia operacional: Medir el tiempo dedicado a cada fase del proyecto, identificar cuellos de botella y analizar tiempos improductivos son pasos fundamentales para optimizar la eficiencia operacional.
Para superar la resistencia al cambio y fomentar la adopción de tecnologías innovadoras en la industria, se sugieren las siguientes medidas:
- Liderazgo comprometido: Asegurar que la alta dirección esté comprometida y convencida de los beneficios de adoptar nuevas tecnologías.
- Cambio cultural y mejores prácticas: Promover un cambio cultural hacia la innovación y la mejora continua, utilizando casos de éxito para demostrar la viabilidad y utilidad de las nuevas tecnologías.
- Colaboración estratégica: Fomentar la colaboración entre empresas constructoras, proveedores y startups tecnológicas para aprovechar la agilidad e innovación de estos nuevos actores.
- Gestión del conocimiento: Documentar tanto éxitos como fracasos para proporcionar un aprendizaje organizacional que facilite la adopción de nuevas prácticas.
- Evaluación tecnológica: Medir el impacto de nuevas tecnologías en la productividad y reducción de costos para justificar inversiones tecnológicas.
- Incentivos financieros: Apoyar políticas gubernamentales que ofrecen incentivos fiscales o financiamiento a empresas que innoven tecnológicamente.
Finalmente, los factores internos que impactan la productividad en la industria incluyen:
- Atracción de talento: La industria enfrenta desafíos para atraer nuevos talentos, evidenciado por el aumento en la edad promedio de los trabajadores. Estrategias para rejuvenecer la fuerza laboral son esenciales.
- Inclusión de la mujer: Actualmente el porcentaje de mujeres en la industria es de 8,9%. Estudios muestran que en ambientes con mayor diversidad e inclusión el PIB aumenta un 0,5%, las tasas de ausentismo son 25% menores y 60% menos de rotación.
- Formación y capacitación: Ampliar y mejorar los programas de capacitación, especialmente en áreas técnicas y de gestión de la construcción, es crucial para mejorar la competencia y eficacia del personal.
Estas estrategias y medidas no solo mejoran la gestión de procesos, sino que también preparan a las empresas para enfrentar los desafíos futuros en un mercado en constante evolución.