Hace poco me tocó participar de un panel de conversación sobre liderazgo femenino, transformación digital e inteligencia artificial, una buena mezcla para un evento de gestión de proyectos.
Partamos por los liderazgos femeninos, estudios han demostrado que las mujeres suelen ser más propensas a adoptar un enfoque colaborativo y empático en el liderazgo, lo que puede fomentar un ambiente más inclusivo y de confianza en los equipos de trabajo. También pueden ser más propensas a considerar la adopción de nuevas tecnologías y procesos innovadores como una oportunidad para el crecimiento y el desarrollo de la organización, en lugar de como una amenaza a la estabilidad laboral.
La adopción de nuevas tecnologías y la automatización ya son una realidad en muchos sectores, sin embargo, algunos han sido más reacios a los cambios. A menudo, esta resistencia se debe a la cultura conservadora o a la falta de comprensión sobre los beneficios que la innovación puede aportar a sus procesos. “¿Dónde está probada esta tecnología?”, es la pregunta que siempre escuchamos en la minería, o en industrias de mentalidad tradicional donde lo mejor es "hacer las cosas como siempre se han hecho", para no correr riesgos. Mientras los avances tecnológicos siguen sorprendiéndonos, es difícil avanzar en las transformaciones culturales para sacar el máximo provecho de esta nueva era, la era digital, que nos lleva a la sociedad del conocimiento
En industrias más tradicionales la implementación de prácticas ágiles puede ayudar a cambiar esta mentalidad y fomentar una cultura más colaborativa, flexible y orientada a la mejora continua. En un entorno ágil, el trabajo se organiza en equipos multidisciplinarios, lo que fomenta la comunicación y la colaboración entre diferentes áreas y personas de la empresa. La toma de decisiones se hace de manera más rápida y efectiva, ya que los equipos tienen la libertad de tomar decisiones a nivel local. Esto a su vez aumenta la satisfacción laboral de los trabajadores, quienes se sienten más involucrados en el proceso y tienen un mayor sentido de responsabilidad sobre el proyecto. Estas prácticas requieren de culturas con liderazgos más horizontales, que son más habituales en liderazgos femeninos.
Mientras avanzaba el panel de conversación, estos conceptos y prácticas salían al diálogo mostrando cómo era posible avanzar en los cambios, mejorando con ello el desempeño de los proyectos. La gran interrogante es cómo se escala, cómo se despliega una capacidad institucional transformadora, que no tenga miedo a los cambios permanentes y por el contrario, siga lamentándose de los resultados, que a todas luces no cambiarán, si sigue haciendo las cosas “como siempre se han hecho acá”
La transformación digital puede jugar un papel crucial en el desarrollo de sectores productivos más sustentables y desarrollos sostenibles. Teniendo la posibilidad de acceder a ellas, estamos más invadidos de “fake news” que de información y conocimiento que mejore el bienestar de las personas. ¿Temor a la inteligencia artificial? ¿temor a que el metaverso nos ofrezca experiencias inmersivas que nos generen nuevas formas de trabajar, de aprender o de relacionarnos?
Urge la alfabetización digital, tal vez de la mano con ella, logremos pasar a un uso efectivo de las tecnologías digitales, para así alcanzar un mejor desempeño de todos los sectores, incluyendo el sector público, los productivos, en especial aquellos en los que nos jugamos las fichas para el desarrollo sostenible y sin duda también en la educación.
Volviendo al panel, ante la inquietud de algunos asistentes porque solo es de mujeres, cabe mencionar que, fomentar la inclusión y el liderazgo femenino puede contribuir a crear ambientes más receptivos a la innovación y a la adopción de nuevas tecnologías, y que es importante destacar que no se trata de excluir a los líderes masculinos, sino de fomentar la inclusión de todas las personas y perspectivas. La participación de mujeres en el mundo de las tecnologías es inferior al 20%, dar visibilidad a esta brecha y sus implicancias, puede ayudar a encontrar las barreras culturales que están frenando la transformación digital en algunos sectores. Leer más
