Durante este verano hemos sido testigos de grandes incendios que han ocurrido en distintas zonas de nuestro país. Los daños resultan difíciles de medir, lamentablemente han fallecido decenas de personas, miles de afectados, pérdidas económicas, y daño medio ambiental, entre otros.
Al mirar hacia atrás vemos que era posible suponer que estaban las condiciones ambientales para que de generarse “una chispa” se convertiría en estos grandes incendios. Claramente parece que no se tomaron a tiempo las medidas preventivas para evitar esta “chispa”, o al menos para contener su propagación.
Una característica de los accidentes más graves es que si bien pueden generar un daño enorme, muchas veces no los consideramos en nuestros planes, debido a la baja (o muy baja) probabilidad de ocurrencia. De alguna manera creemos que “esto no nos pasará a nosotros”. Como olvidamos estos riesgos, es frecuente que queden fuera de las medidas preventivas habituales. Sabemos que los riesgos en una obra son múltiples, cambian diariamente, y sobre los cuales se toman medidas preventivas que logran evitar muchos accidentes. Entre todas las situaciones que queremos prevenir, recomiendo revisar si están gestionando adecuadamente la prevención de incendios en sus respectivos proyectos.
En sus inspecciones de seguridad, ¿revisan si hay condiciones subestándares que puedan causar incendios?, por ejemplo:
Junto con las inspecciones periódicas es muy importante tener un mecanismo de reporte de incidentes que permita conocer e investigar situaciones que si bien no pasaron a mayores, pudieron haber generado un incendio. De alguna manera, necesitamos saber dónde y cuándo se generó una “chispa” para evitar que vuelva a ocurrir. Por ejemplo, cortocircuitos, amagos de incendio o presencia de condiciones subestándar como las mencionadas.
Contar con un plan de emergencia, que considere la disposición de sistemas de extinción y brigadas de respuesta debidamente preparadas también es necesario. Todos los elementos del plan de emergencia deben ser inspeccionados periódicamente de manera de asegurar su correcto funcionamiento en caso de ser necesario. El riesgo de incendio, al igual que los otros riesgos presentes en la obra, debe estar incorporado en el Sistema de Gestión de Seguridad definido para el proyecto, y así asegurar su correcta gestión preventiva.
Tal como hemos mencionado en columnas anteriores, cada día disponemos de más y mejores tecnologías para evitar accidentes. Las listas de chequeo, la gestión de incidentes, monitoreo del plan de emergencia y el trabajo con el Sistema de gestión de Seguridad, tradicionalmente se ha llevado en papel y planillas de cálculo, con una carga de trabajo y costos importantes.
La incorporación de plataformas digitales de prevención de riesgos, permiten aumentar la eficiencia, mejorar la oportunidad en el acceso y comunicación de información clave, asegurar el cumplimiento normativo.
Así que controlar el riesgo de incendios no implica necesariamente un mayor trabajo o pérdida de productividad. Al contrario, se pueden agregar medidas preventivas contra incendios, junto con el resto de actividades de seguridad, utilizando adecuadamente las tecnologías disponibles podemos realizar más y mejores acciones preventivas sin aumentar los costos. Finalmente no olvidar que los costos de un incendio superan con creces la inversión de cualquier gestión preventiva. Leer más