Se trata de una concesión de gran importancia en cuanto a conectividad e infraestructura vial aumentando en un 33% la capacidad vial de la ribera sur y norte y uniendo a las comunas de Hualpén y San Pedro de la Paz, a través de un puente de 2,5 km sobre el río Bío Bío, convirtiéndose en el segundo más largo de Chile después del Puente de Chacao, en la Región de Los Lagos.
Aspectos técnicos: El proyecto “Puente Industrial” es una autopista urbana de 6,5 kilómetros de longitud en etapa de construcción en la Región del Biobío que involucra una inversión cercana a los 250 millones de dólares y beneficiará a miles de personas que viajarán por esta carretera cada año. Además, actualmente genera 650 puestos de trabajo directos y cuenta con un diseño de alto estándar internacional que incorpora enlaces a desnivel. Entre sus características técnicas más relevantes, destaca la ejecución de 17 estructuras que requerirán 600 vigas pretensadas de entre 15 y 45 metros, más de 70 mil m2 de prelosas colaborantes y de 20 mil toneladas de acero de refuerzo de estructuras, cumpliendo con los más estrictos estándares sísmicos.
Adicionalmente, esta obra implica la construcción de 3 pasos superiores de ferrocarril, obras de saneamiento, señalización y seguridad vial, así como también iluminación, una ciclovía y pasarelas peatonales.
Líder del proyecto Sobre el desafío del proyecto nos habla Ignacio Bernad, Ingeniero Gerente Técnico y de Construcción en Puente Industrial, “en primer lugar, este es un proyecto tremendamente importante para esta Región, pues es la primera autopista urbana concesionada fuera de la Metropolitana y que viene a resolver un problema histórico en el Gran Concepción, que es la necesidad de un cuarto puente. Por tanto, conjugar esta expectativa con la complejidad técnica de un proyecto como éste, ha implicado mucha coordinación y vinculación con el territorio y los actores locales”.
“Además, técnicamente es un proyecto muy desafiante”.
Me atrevería a decir que es el primero de esta magnitud que se ha diseñado con un espectro sísmico de sitio, lo que genera un estándar de seguridad superior a otros viaductos de su clase. Las cuantías del acero y la magnitud de los elementos que se requieren (vigas, apoyos, etc.) nos han obligado a industrializar algunos procesos, especialmente en la fabricación de pilotes, para lo que hemos tenido que traer tecnología de punta a Chile en este tipo de procesos. Con el tiempo, hemos alcanzado tiempos elevados de rendimientos en cada una de las maniobras, sin olvidar que se ejecutan en gran parte sobre un río haciéndolo más difícil”, agrega Ignacio Bernad.
La pandemia también nos ha puesto a prueba en distintos aspectos, principalmente en lo logístico y en la falta de personal. Para solucionarlos, algunas empresas de la Región Metropolitana han decidido instalarse en la zona, con la intención de continuar su actividad una vez acabe el proyecto. Asimismo, hemos tenido que contratar mano de obra local, lo que ha sido posible gracias a que históricamente esta región cuenta con una fuerza laboral muy cualificada.
Como ingeniero, ha sido un reto la gestión de todas las medidas socioambientales asociadas al proyecto, ya que tenemos un alto compromiso por ir más allá del cumplimiento normativo, no solo mejorando el entorno, sino que agregando valor y generando impacto positivo en la zona. Entre las medidas destacaría:
Oportunidades y beneficios del proyecto
Este proyecto vendrá a descongestionar la ruta 160 y la Av. Pedro Aguirre Cerda, eliminando los camiones de San Pedro de la Paz. Será un estándar de autopista entre los puertos de la región, que otorgará una conexión fluida y reducirá el riesgo de accidentes.
Actualmente, contamos con más de un 30 % de avance, encontrándonos en fase de construcción de obra gruesa como estructuras y terraplenes. Estimamos que las obras finalizarán en 2024 para comenzar a operar durante el segundo semestre de ese mismo año. Leer más