Patricio Valdés, Especialista en Seguridad Contra Incendios - IDIEM, nos comenta que las medidas de protección complementarias como muros cortafuegos u otros, son efectivas, siempre y cuando estas se encuentren diseñadas, instaladas y mantenidas acorde a los estándares técnicos mínimos que lo rigen.
En primer lugar, hay que tener en consideración que la seguridad contra incendio busca principalmente la seguridad de vida. Por lo tanto, se busca una resiliencia en la infraestructura cuando esta última es crítica como por ejemplo, hospitales, aeropuertos, túneles, entre otros (Figura 1).
Por lo tanto, el diseño resiliente contra incendios generalmente se relaciona con objetivos de protección que permiten restringir los daños a estructuras y/o a su contenido, permitiendo restablecer la continuidad de operaciones en el menor tiempo posible.
Es posible obtener varias lecciones relacionadas al diseño de infraestructura resiliente. Una de ellas corresponde a la importancia de valorar la criticidad de la infraestructura antes de que el incendio ocurra. De esta manera, es posible cuantificar las consecuencias del incendio y en caso de ser necesario, implementar medidas más robustas de protección, generando un nivel de resiliencia mucho mayor.
Otra lección corresponde a la importancia de la mantención y/o supervisión de sistemas o medidas de protección en cada infraestructura. La mantención permite mantener la confiabilidad de las medidas de protección contra incendios. Existen estadísticas de incendios ocurridos en recintos protegidos por sistemas contra incendio, los cuales fueron ineficaces en controlar y/o extinguir el incendio debido a la precaria o nula mantención desarrollada.
Por otro lado, las medidas de protección complementarias como muros cortafuegos u otros son efectivas, siempre y cuando estas se encuentren diseñadas, instaladas y mantenidas acorde a los estándares técnicos mínimos que los rigen.
Hay que tener en cuenta que la estrategia de seguridad contra incendio puede ser tratada como el modelo del “queso suizo”, donde cada capa presenta las diferentes medidas de protección consideradas y los orificios corresponden a posibles falencias en las medidas (Figura 2).
Por lo tanto, cuando las medidas de protección se encuentren correctamente diseñadas, instaladas y mantenidas, la cantidad y tamaño de orificios en cada barrera del “queso suizo” será mínima. A su vez, mientras más medidas de protección se consideren, habrá una menor probabilidad de que el incendio se transforme en catástrofe (Figura 2), debido a que habrá una mayor cantidad de barreras. Leer más