¿Cuántas obras ha montado y de qué tipo?
En casi 20 años de carrera profesional, siempre me he dedicado al montaje. Construyendo y montando desde plantas de celulosa hasta plantas de chancado y molienda para la minería. Siempre en proyectos que incluyen todas las disciplinas: desde movimiento de tierras, obras civiles, montaje electromecánico, montaje de estanques y, sobre todo, piping que es mi especialidad. Estos proyectos han sido en planta, pero también me ha tocado trabajar a campo traviesa en ejecución de pipeline (mineroductos, gasoductos y acueductos).
¿Qué aspectos abordas en cada montaje?
Lo principal; la Planificación del Alcance del montaje. En temas de seguridad, calidad y de metodologías a utilizar (programción de la producción), planificamos junto al equipo de prevención de riesgos, el departamento de calidad y la oficina técnica (programador) de la obra. Generamos las directrices, analizamos los puntos claves y los críticos, luego los plasmamos en una matriz de riesgos y en procedimientos de trabajo transversales y específicos para las tareas más críticas. Siempre basándose en los estándares de seguridad, códigos, normas y especificaciones técnicas del cliente.
Yo personalmente, antes de partir la obra, reúno al personal directo y de apoyo logístico, para darles a conocer, mediante una presentación, en qué consiste el trabajo a ejecutar. Difundiendo todos los riesgos asociados y la forma en cómo se va a trabajar. Generalmente, me gusta escuchar a mis colaboradores en estas charlas porque uno saca cosas en limpio y muchas veces te permiten innovar, las ideas de los "viejitos que meten las manos" para mí son de mucho valor. Estas innovaciones (es mi fuerte innovar en metodologías de trabajo, aplicando nuevos procesos o nuevas tecnologías disponibles en el mercado), generan mayor fluidez, rapidez, menos tiempos muertos e incluso otorga mayor seguridad en la ejecución de las actividades que comprende el programa de trabajo.
Cuando ya la obra se ha iniciado, es fundamental llevar el seguimiento y el control. Reuniones de Planificación de Obra Diaria (POD) y una vez por semana una reunión Last Planner en donde participan los encargados de todos los departamentos de la obra (de ambos turnos), para revisar las restricciones al programa y asignar responsabilidad de manera personal para el cumplimiento y levantamiento de estas, en un plazo determinado que permita no paralizar la producción.
¿Cuáles son los aspectos más críticos en cada montaje?
La seguridad de las personas y las instalaciones. Si bien es cierto la seguridad es lo principal que uno debe tener en mente, tiene que sí o sí, ir de la mano con la producción, sino el negocio fracasa.
Fracasa cuando tengo seguridad y no tengo producción y fracasa cuando tengo producción y mucha accidentabilidad (esto es peor aún). Por lo tanto, hay que inculcar una cultura de seguridad, especialmente a los más jóvenes. Esto se hace con cursos, capacitaciones, y yo soy de mucha charla grupal y conversación en forma personal, para poder motivar. Soy un buen motivador.
Otro aspecto son los espacios reducidos en donde se ejecuta cada especialidad, se producen muchas interferencias y segregaciones, lo cual pueden causar accidentes y retrasos en la obra. Por eso son necesarias las reuniones POD todas las tardes con los encargados de terreno por especialidad, prevención de riesgos y maquinarias, para coordinar los trabajos del día siguiente. Uno como jefe de Terreno, tiene que mirar más allá de un programa trisemanal, uno debe mirar lo que se viene a seis semanas como mínimo, de manera de cuando el momento, tener claridad de todos los aspectos que se deben considerar. Siempre tiene que ir adelante del resto.
También es muy importante solucionar los problemas de compras y logística, ya que los atrasos de tener todos los suministros en obra, son perjudiciales en muchos casos y es un tiempo que es muy difícil de recuperar, a no ser que incurras en un mayor costo (mayor dotación, mayor cantidad de maquinarias, etc). El dinero no está en los materiales, equipos ni herramientas, está en los gastos generales y en los sueldos de los trabajadores. Y eso muchas veces, las empresas más pequeñas, no lo entienden.
Personalmente invertir en un equipo o máquina que me va a consumir la mitad del tiempo (inclusive más) en realizar una actividad, lo cual es beneficioso para el proyecto, pero la falta de conocimientos en nuevas tecnologías para los gerentes de operaciones (muchas veces gente mayor) los hace incapaces de reconocer las virtudes de estas nuevas tecnologías. Ejemplos: la maquinaria en pipeline que hace la zanja, clasifica el material y opera casi sola; máquinas soldadoras automáticas que no requieren de un soldador, sino que, de un operador y cosas así. Pero como no se incluyó en la oferta, prefieren no hacerlo, Por eso siempre he dicho que los departamentos de estudios de propuestas, deben consultar las metodologías con los jefes de Terreno, y pocas veces lo hacen.
Otro aspecto son las deficiencias en la revisión de la ingeniería (planos de distintas especialidades que no conversan, ejemplo plano civil con estructuras no le apuntan a los pernos de anclaje, si no tienes buen topógrafo esto produce retrabajos), condiciones climáticas y geográficas adversas, la mala comunicación entre las personas que conforman el equipo de trabajo, administrar de mala forma las personas, no saber alinear al equipo, disponibilidad de personal calificado , topografía desconfiable, carencia de equipos (andamios por ejemplo) y de maquinarias (grúas es lo más crítico), malos sueldos que te impiden contratar buena gente, permisos, movilización y acreditación, transporte de cargas especiales, planificación de planes de izaje (sobre todo en Tándem), supervisión competente, entre otras.
¿Cuáles son los problemas más recurrentes en el mercado en actividades de montaje que evidencian la necesidad de personal especializado para su ejecución?
Los problemas más recurrentes tienen que ver con la cultura de la seguridad, asociada a la falta de experiencia y competencias que requiere el cargo, principalmente de la supervisión. Esta cultura debe ir compuesta por el talento; el talento tiene que ver con el conocimiento, con la experiencia, con todo lo relacionado con la tarea. El talante tiene que ver con la actitud, con la disposición de los "viejos", con el carácter. El personal que va a ejecutar una tarea, tiene que ser empoderado, tiene que saber cuándo decir que no, tanto la supervisión como el personal directo manual que componen la cuadrilla de trabajo. El carácter forma el hábito, y si el personal tiene el hábito de seguridad y del autocuidado, sumado a la experiencia, se va formando la cultura de seguridad en el montaje. La gran debilidad de hoy está en el talante, en la disposición de los viejos a cuidarse, en su empoderamiento, los maestros mayores y capataces son cada día más jóvenes, con mucho conocimiento técnico, pero les falta experiencia en temas de seguridad, y principalmente que los líderes realmente lo sean. El liderazgo ya no tiene que ver con mandar, sino con la protección, un buen líder es aquel que protege a su gente, en definitiva. Ahí es dónde debemos enfocarnos a trabajar; en el talante porque nos sobra talento.
Has establecido el desafío de escribir un libro, ¿cuál es tu expectativa?
Dado a la poca bibliografía que existe sobre este tema, mi expectativa es que los más jóvenes conozcan más sobre el maravilloso mundo del montaje. Entregando aspectos claves para ser un buen montajista. Será como una buena receta de cocina. Y mientras no venga ninguna editorial, el libro será gratis para que todos tengan acceso a él. Leer más