Todos nos hemos visto en esta situación, saliendo de una reunión presencial o virtual con la sensación de que un simple correo electrónico habría sido suficiente para conseguir lo que se pretendía. En un mundo profesional, donde cada minuto cuenta y las condiciones cambian rápidamente, ese tipo de reuniones no suponen solamente una pérdida de tiempo. También afectan la moral, agotan al equipo y desvían la energía del trabajo real y productivo.
Los directivos de hoy deben entender que el siglo XXI ya no está para reuniones del siglo pasado. En una era de metodologías ágiles y proyectos cada vez más complejos, las reuniones deben ser verdaderas herramientas de acción, no un simple y mero trámite.
Deben servir a los equipos para avanzar, para coordinarse, no para controlar. En las organizaciones que utilizan marcos ágiles como SCRUM o Lean Construction, las reuniones se conocen como "ceremonias" y tienen un propósito claro: sincronizar, revisar y avanzar. Eso es todo.
Una reunión que no cuenta con un enfoque bien definido previo es exactamente igual que un proyecto que no cuenta con un plano: se improvisa, se pierde tiempo y nadie sabe quién está a cargo de qué.
Comparto algunos datos que invitan a la reflexión
Te aseguro que si haces esto en tu organización te darás cuenta que el dinero que suponen las reuniones es realmente importante como para no tener resultados.
Ahora bien, ¿cómo se reúnen los equipos más eficientes?
Veamos entonces cuáles son las buenas prácticas comunes en los equipos de alto rendimiento:
Dicho esto, te propongo una idea para probar esta semana:
Impacto real de las reuniones eficaces tanto en obra como en oficina
En resumen
En el trabajo de hoy, cada minuto cuenta. Las reuniones pueden ser aliadas si se usan bien, o un obstáculo si se hacen por inercia y sin estrategia.
Este #comuniconsejo es sencillo: no te reúnas simplemente porque siempre se hizo así. Hazlo porque sirve. Si no hay nada que coordinar, mejor que cada uno vuelva a lo suyo. Y si te reúnes, que sea de forma breve, clara y sobre todo, con acciones al final.
Y un tip extra para terminar:
Algunas organizaciones como Amazon, dedican los 10 primeros minutos a que los asistentes se lean la información que se ha preparado previamente y que es necesaria para conseguir los objetivos marcados en ella.
Ya sabemos lo que sucede cuando enviamos esa información por correo previamente y pedimos que se la traigan leída. Con esta acción sencilla, la información está mucho más fresca y el equipo más alineado.
Pruébalo en tu próxima reunión.