En el marco del Seminario Regional “Reconversión Productiva y Minería Sustentable para el Biobío”, realizado en la ciudad de Concepción, el Ministerio de Minería y la Universidad del Bío-Bío firmaron un convenio de colaboración que marca un nuevo capítulo para la minería regional. El acuerdo propone la reconversión del carbón mineral —históricamente destinado a usos extractivos— hacia un producto de mayor valor agregado: el carbón activado.
A través de la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico, la iniciativa busca posicionar este insumo en sectores estratégicos como el tratamiento de aguas, la purificación de aire y el control de contaminantes, ámbitos que registran una creciente demanda tanto a nivel nacional como internacional.
Transformación sostenible para el carbón del Biobío
El convenio se inserta en un contexto de profunda transformación para la minería del carbón, impactada por el cierre progresivo de las centrales termoeléctricas y la disminución sostenida del uso de carbón térmico. Frente a este escenario, la iniciativa plantea una reconversión productiva que transita desde una actividad extractiva tradicional hacia una industria con alto contenido tecnológico, alineada con los desafíos de la transición energética y el desarrollo sostenible.
El proyecto se centrará en el desarrollo y optimización del carbón activado, un material ampliamente utilizado en procesos industriales, ambientales y sanitarios. Según explicó Ramón Ahumada Rudolph, director del Laboratorio de Química Aplicada y Sustentable de la Universidad del Bío-Bío, la investigación se enfocará en mejorar las propiedades del material para aumentar su eficiencia y ampliar sus aplicaciones.
“El carbón activado es un insumo clave en sectores como la minería, la alimentación y la vitivinicultura. Sin embargo, en Chile es mayoritariamente importado, lo que abre una importante oportunidad para reducir costos y disminuir la dependencia externa”, señaló Ahumada.
Oportunidad de mercado y proyección regional
A nivel global, la demanda de carbón activado ha mostrado un crecimiento sostenido, impulsado por regulaciones ambientales cada vez más exigentes. Se proyecta que este mercado continúe expandiéndose a tasas cercanas al 31% durante 2024 y 2025, con precios internacionales que oscilan entre US$ 2,30 y US$ 2,40 por kilo. Este escenario abre una oportunidad concreta para la minería del Biobío, permitiendo diversificar su producción y acceder a nuevos nichos de mercado.
En este contexto, la subsecretaria de Minería, María José San Martín, destacó que el convenio apunta a generar nuevas alternativas productivas para un recurso cuyo uso tradicional ha disminuido.
“Estamos explorando nuevas posibilidades para el carbón, de manera que la actividad no se detenga, sino que evolucione, generando nuevas oportunidades económicas y productivas para la región”, afirmó.
Impulso local y generación de empleo
El proyecto ya ha superado con éxito su fase inicial de validación técnica y cuenta con antecedentes suficientes para avanzar hacia etapas de mayor escala. Así lo destacó el seremi de Minería del Biobío, Dusan Marinovic, quien subrayó que existen evidencias concretas que respaldan su proyección industrial.
Uno de los próximos hitos será el desarrollo de un piloto industrial que permita evaluar la viabilidad técnica y económica a gran escala. Actualmente, la Universidad del Bío-Bío tiene la capacidad de producir hasta cinco kilos de carbón activado por proceso, con el objetivo de escalar progresivamente esta producción para abastecer el mercado nacional.
Por su parte, el delegado presidencial regional del Biobío, Eduardo Pacheco, enfatizó que esta iniciativa se enmarca en el Plan de Fortalecimiento Industrial, orientado a reactivar territorios históricamente vinculados a la minería del carbón, como Curanilahue.
“Este proyecto permite generar empleo local y fortalecer encadenamientos productivos sostenibles, sin replicar modelos extractivos de alto impacto ambiental y social”, indicó.
Carbón activado: una vía de reconversión productiva para el Biobío
El desarrollo del carbón activado se consolida como una alternativa viable y estratégica para la reconversión de la minería en el Biobío, integrando ciencia, política pública y oportunidades de mercado en un proceso coherente con la transición energética. Este esfuerzo conjunto entre la academia, el Estado y el sector productivo abre un camino concreto para revitalizar un recurso en declive, dando origen a una industria moderna, responsable y con alto potencial de desarrollo regional.