Hace unas semanas la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, entregó el catastro de Inversión en la Minería Chilena, Cartera de proyectos 2024-2033, en la cual llevábamos 7 años con una proyección de inversión para la siguiente década en torno a US$70.000 millones. Este año se espera un crecimiento sobre el 25%, alcanzando un monto de US$83.181M.
Este valor no incluye lo anunciado por BHP a finales del año pasado, con una cartera de hasta US$13.700 millones para la próxima década, siendo su inversión más grande desde el desembolso realizado para construir Escondida hace 30 años atrás. De a poco estamos acercándonos a los US$100.000M de proyección de inversión que tuvimos en el anterior superciclo del cobre, cuando el metal rojo alcanzó valores sobre los US$4,5 por libra.
Si analizamos los datos entregados por Cochilco, vemos que la inversión proyectada es concordante con la antigüedad de nuestra infraestructura industrial minera, del total de inversión, un 18% se proyecta gastar en proyectos nuevos, en cambio un 80% será destinado a iniciativas de reposición, expansión de operaciones actuales o bien modificaciones tecnológicas en operaciones existentes.
En cuanto a la distribución geográfica, la inversión se concentrará en el centro norte del país, específicamente en las cinco regiones donde la actividad minera es preponderante. La Región de Antofagasta concentrará un 38%, Atacama atraerá un 17%, O´Higgins le sigue con un 10%, a continuación tenemos a Coquimbo con un 8% y cierra Valparaíso con un 7%.
Otro punto relevante, es que seguiremos siendo un país monoproductor, ya que la industria de Cobre representará el 85% del total de las inversiones esperadas, seguido por el Litio con el 4% y el Hierro con un 4%. La operativización del Instituto de Tecnologías Limpias en Antofagasta ayudará a atraer inversiones tanto a la industria del Litio como en las áreas de Minería Sustentable, Energía Solar e Hidrógeno.
Se espera que estas enormes inversiones no solo permitan mantener los 5,5 millones de Toneladas actuales de producción, sino también aumentarlas para suplir la creciente demanda mundial del mineral rojo, que según Cesco, se necesita incrementar en 10 millones de Toneladas la producción anual de Cobre Mina para los próximos 30 años, lo que equivale a la producción de 10 Escondidas.
A principios de este mes, China informó al mundo del reciente descubrimiento de un yacimiento de clase mundial en el altiplano tibetano, esto posicionaría a dicha región como un futuro centro de recursos de cobre a nivel mundial. Se estima que la futura planta sería equivalente a un poco más de la mitad de Escondida, ¿es para preocuparse? si, ¿es para volverse loco? no.
Mucho más preocupante es lo señalado en un artículo del diario El País de España, quienes consultaron a 4 pediatras radicados en Calama, quienes confirman un aumento en los casos de autismo, pasando de un caso cada dos semanas hace 20 años, a uno al día en la actualidad. Al consultar tanto al Ministerio de Salud como a las Mineras, la respuesta es que dicho aumento se podría atribuir a causas multifactoriales.
Gracias a la organización conjunta entre la Fundación Encuentros del Futuro y Codelco, por primera vez se realizarón actividades del Congreso Futuro en Calama, bajo el tema “¿Qué humanidad queremos ser?”, esta gestión permitió traer la actividad de divulgación científica más importante del país al corazón de la minería nacional.
No existen estudios que confirmen o descarten la influencia de la minería con el aumento del autismo en la segunda región. Si queremos ser realmente buenos vecinos, debemos estar dispuestos a financiar no tan solo actividades puntuales, sino también investigación científica que podría tener el potencial de llegar a conclusiones adversas para la industria.
No hay progreso sin salud, no hay inversiones sin estabilidad social, no hay futuro sin nuevas generaciones.