A esta altura de la vida, supongo que ya has escuchado hablar de la economía circular y de cómo esta se relaciona con la construcción. Al menos eso espero.
Seguramente has leído varias definiciones debido a la evolución constante que ha tenido esta nueva visión de la economía. Al menos ahora los países miembros de la Organización Internacional de Normalización (ISO por sus siglas en inglés) han escrito una que ha sido aceptada transversalmente:
“La economía circular es un sistema económico que utiliza un enfoque sistémico para mantener un flujo circular de recursos mediante la regeneración, retención o adición de valor a los mismos, contribuyendo al desarrollo sostenible” (ISO, 2021).
En simple, la Economía Circular abarca tanto la parte económica como la construcción y operación de un proyecto, y busca reducir la cantidad de materiales y energía, disminuir la producción de desechos y cerrar los flujos de recursos. Es un medio para lograr la sostenibilidad de nuestro planeta.
¿Qué significa esto?, ¿cómo la aplicamos en la construcción?
Espero que estés abierto a pensar en algo más que en reciclar los residuos que quedaron de construir ¿te fijas que el verbo que usamos estaba en pasado? Quedaron. A esa altura ya se gastó tiempo, energía y recursos, y al reciclar lo que se quiere hacer es aprovechar lo que sobró al construir.
No te parece que sería más óptimo, ¿pensar en cómo evitar que se generen esos residuos o al menos minimizar su cantidad?
Para eso, tenemos que pensar el proyecto con los principios de economía circular incorporados en el diseño, en la construcción y en la operación de la obra.
Partamos por entender qué es un enfoque sistémico. ¿habías escuchado esto antes?
Se trata de mirar un problema desde afuera, integrando información no solo del problema, sino que del entorno que lo rodea. Apliquemos esto al ciclo de vida de la construcción:
Imagina que esto es una esfera y que tú la estás mirando desde afuera. Supongamos que estás en la etapa de construcción, entonces para mirar sistémicamente el problema, tendrías que mirar hacia:
Como podrás intuir, esto no es tan fácil, siendo fundamental que participen los distintos actores de la cadena de valor, así como también las personas directamente afectadas informando sus necesidades y expectativas.
Ahora hablemos sobre mantener un flujo circular de recursos mediante la regeneración, retención o adición de valor a los mismos.
¿Flujo circular de recursos? En vez de botarlos, seguir usándolos. Así de simple, pero aplicar eso no es tan sencillo. Hay que destrabar varios problemas, partiendo por la mentalidad de las personas, pasando por las normas y reglamentos, por la disponibilidad de servicios que permiten que sigan usándose y por la logística, entre varios otros.
¿Cómo se logra mantener este movimiento constante de recursos? Pues a través de la regeneración, retención o adición de valor. Es decir, que el recurso pueda renovarse o fomente la renovación de sus recursos energéticos y materiales, buscando crear un impacto ambiental positivo; que los sistemas sean duraderos y resilientes, pero también flexibles y adaptables, y que busque la interconexión entre diversos sistemas entre los que interactúa. Pero también, se busca que el valor económico del recurso no decaiga o mejor aún, que gane valor económico.
Por último, nos falta entender que significa que la economía circular contribuya al desarrollo sostenible. En esencia, la economía circular permite que los países y las personas se desarrollen, satisfaciendo las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Ahora que ya entendimos de qué se trata la economía circular y cuales son sus principios, vamos a responder la pregunta que me plantearon al invitarme a escribir este documento:
¿Qué herramientas o metodologías se están utilizando para integrar principios de economía circular en la fase de planificación y diseño de proyectos?
Existen distintas metodologías que permiten integrar los principios de la economía circular en las etapas del ciclo de vida de la construcción. Es decir, que permiten usar de una forma más eficiente los distintos materiales y recursos que disponemos para ejecutar y operar una obra.
Una vez que los identificaste hay que dimensionar su impacto, ósea medirlos. Solo así sabrás donde será más eficiente aplicar modificaciones.
Ya conocimos los recursos y materiales “ complejos”, los identificamos y dimensionamos. Ahora debemos analizarlos y aplicar las estrategias y modelos circulares más efectivos.
El resultado de aplicar todos estos pasos, será un proyecto y luego una obra de construcción sostenible que utiliza eficientemente sus recursos y que aporta económica, social y medioambientalmente. Leer más