En un mundo donde 1.8 mil millones de personas carecen de vivienda adecuada y donde el 75% de la infraestructura necesaria para las ciudades del 2050 aún no ha sido construida, la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles es más urgente que nunca. Latinoamérica, con más de 12 millones de personas viviendo en condiciones precarias, no está exenta de esta realidad que nos confronta. La crisis climática agrava aún más esta situación, afectando desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables y resaltando la necesidad imperiosa de viviendas sostenibles y resilientes al clima.
El sector construcción, responsable del 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, se posiciona como un actor clave en la lucha contra el cambio climático. Es evidente que ignorar este componente esencial obstaculiza el logro de nuestros objetivos climáticos. Aquí es donde entran en juego las Sheltertech, soluciones con base tecnológica que mejoran el acceso a una vivienda asequible a lo largo de toda la cadena de valor. Con 2.8 mil millones de personas en el mundo construyendo sus viviendas de forma progresiva, se evidencia un mercado sin explotar.
Las Sheltertech no solo están revolucionando la forma en que se construyen las viviendas y los modelos de negocio en el mercado, sino que también están transformando el panorama de la inversión de impacto. Al contribuir directa e indirectamente a 15 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y ser un actor clave en la adaptación al cambio climático, emergen como una categoría de inversión convincente. Las startups son el epicentro de este ecosistema, movilizando a organizaciones a lo largo de la cadena de valor de la vivienda para generar un impacto duradero.
Aunque pueden parecer similares a proptech, el enfoque de Sheltertech se centra en abordar las necesidades de viviendas asequibles en comunidades de bajos ingresos. Además, se cruzan con otras áreas como fintech, contech y climate tech, demostrando su versatilidad y capacidad para innovar en múltiples frentes. Sin embargo, a pesar del crecimiento del mercado de inversión de impacto, solo el 8% de esos activos se asignan a la vivienda, dejando un amplio espacio para que Sheltertech crezca y escale, ofreciendo oportunidades para los interesados en todos los niveles.
Como ejemplos representativos del potencial de las Sheltertech, se puede mencionar a Kubik el cual es un fabricante de ladrillos de plástico reciclado en Etiopía que en junio 2023 cerró una ronda de inversión de 3,5 millones de dólares. Kubik no solo apunta a un mercado global de 2 billones de dólares, sino que también está enfocada en abordar la crisis climática.
Por otro lado, apenas un año antes, BillionBricks cerró con éxito una ronda de 2,45 millones de dólares para ampliar las viviendas con cero emisiones integrando sistemas solares en el sudeste asiático. Dejando a relucir el real propósito de estas startups, se puede evidenciar que Kubik vio el creciente problema del plástico y decidió hacer algo al respecto mientras creaba empleos, abordaba la pobreza habitacional y disminuía la contaminación plástica. BillionBricks, por su parte, vio la oportunidad de ayudar a comunidades remotas mediante la construcción de microrredes que generen ingresos locales, reduzcan la dependencia de los generadores, promoviendo la resiliencia climática en una de las regiones del mundo más propensas a los tifones.
Las evidencias demuestran que las tecnologías más disruptivas en el campo de la vivienda asequible son desarrolladas por startups y scaleups, especialmente en países de bajos ingresos. Estas soluciones están adaptadas a las necesidades específicas de sus contextos, demostrando que la motivación, creatividad e impulso hacia la sostenibilidad, la asequibilidad y la circularidad son fundamentales para abordar el cambio climático. Con Sheltertech, no solo se construyen viviendas, se construye un futuro sostenible y accesible para todos. Leer Más