Tendencias del sector construcción

Transición Energética de Chile: Logros y Desafíos

Escrito por Revista Negocio & Construcción | Nov 8, 2024 4:00:00 PM

¿Tenemos actualmente una estrategia en Chile para desarrollar una industria energética sostenible?

Chile desde el 2015 ha establecido y actualizado periódicamente la estrategia de descarbonización del sector energía, que representa alrededor del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y es el principal responsable de la contaminación del aire en las ciudades. Chile, el 2020 fue uno de los primeros países emergentes en realizar compromisos que contribuyan a la mitigación del cambio climático presentando su “Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN), con el propósito de alcanzar cero emisiones netas al 2050. En el sector energía las emisiones de GEI se reducirían de alrededor de 85 millones de toneladas anuales el 2019, a 56 millones el 2030 y 25 millón el 2050, que serían compensadas por el secuestro de CO2 que realizan los sumideros forestales.  En la estrategia  del sector energía además de considerar metas, establecidas por ley, para la penetración de energías renovables, las que fueros excedidas con creces y el compromiso de total retiro de las generadoras a carbón entre el 2020 y el 2040, se proyectó aumentos de eficiencia energética de la industria y minería, un rápido desarrollo de la industria del hidrógeno verde y sus derivados para sustituir combustibles fósiles en los sectores difíciles de electrificar, desarrollo de la electromovilidad, especialmente en el transporte público y reducción de emisiones  del sector edificación, mejorando el aislamiento térmico de viviendas y reemplazando la  leña húmeda usada para calefacción, por electricidad renovable.

Para transformar el compromiso de descarbonización en una política de Estado, se aprobó el 2022 la ley de cambio climático en que se establecieron presupuestos de emisiones acumuladas de emisiones de GEI entre el 2020 y el 2050, con hitos intermedios y responsabilidades ministeriales de tomar medidas de política para cumplir con los presupuestos asignados. 

¿Cuáles considera que son los principales logros de Chile en el camino hacia una industria energética más sostenible?

Sin duda el principal logro es que la penetración de energías renovables no convencionales pasa del 8,5% de la generación eléctrica el 2015 al 37% el 2023, de las más altas del mundo, este logro se debe principalmente al establecimiento de licitaciones de contratos para clientes regulados mediante franjas horarias y estacionalidad, lo que aumentó la competencia y facilitó el financiamiento de proyectos solares, logrando que el 2023 el 20% de la energía consumida sea solar, la 

más alta del mundo. La entrada de renovables y la mayor competencia permitió reducir los precios de licitación a las distribuidoras de US$ 120 por MWH el año 2012 a US$ 37,4 el 2022. 

Otro logro muy importante de Chile es la introducción de la electromovilidad en el transporte público, Santiago tiene la mayor cantidad de buses eléctricos del mundo, solo superado por ciudades chinas. 

¿Qué errores del pasado no deberíamos repetir en el desarrollo de la industria energética del país?

Los avances en materia de descarbonización de la matriz eléctrica no han estado exentos de dificultades y errores de política.  

Los costos sistémicos que históricamente no superaban US$ 100 millones al año, el 2023 superaron los US$ 1000 millones, cifra que casi aumentará el 2024, incidiendo significativamente en los cargos por retiro de energía de la red.  El principal responsable de costos sistémicos que hoy superan los US$ 25 por mwh son los subsidios a los PMGD, los sistemas de menos de 9 MW que sus precios estabilizados de transformaron en francos subsidios que todo el resto de los que retiran energía debe pagar. El retiro acelerado de centrales a carbón en una situación en que se había pronosticado congestión en la transmisión eléctrica por el atraso de las nuevas líneas de transmisión troncal y no se habían generado las regulaciones para incentivar la instalación de unidades de almacenamiento de energía eléctrica, han llevado a mantener en operación plantas térmicas operando a mínimo técnico, lo que implica un impacto en los costos sistémicos de alrededor de US$ 7 por MWH.    

El vertimiento de energía, especialmente en el día, se ha visto aumentado por los desacoples en la transmisión y la insuficiente capacidad de almacenamiento, esperándose que el 2024 alcance los 4000 GWH en el año, casi el doble del año 2023. Esta situación afecta a diversas empresas de energías renovables que hicieron ofertas de venta de energía a distribuidora que no pueden despachar por congestión en la transmisión, generando una crisis financiera en varias de ellas.  La eliminación de las señales de localización, por la reforma a los peajes de transmisión el año 2016, tiene incidencia en la localización de las generadoras renovables y por ende en los vertimientos de energía, ya que ha concentrado en determinados lugares geográficos.  

Por último, la congelación de los precios de generación luego del estallido social, y su mantención por demasiado tiempo, en circunstancias en que se devaluó la moneda y ha habido importante inflación ha aumentado el riesgo del sector.  Más aún cuando se pretende establecer por ley fórmulas de subsidio a un porcentaje demasiado alto de la población y se recurre a mecanismos de subsidios cruzados no contemplado originalmente en los contratos con los generadores. 

¿Qué acciones o políticas de otros países podrían ser ejemplos positivos para mejorar la sostenibilidad energética en Chile?

Un planteamiento de organizaciones internacionales a países emergentes como el nuestro es que dado la incidencia marginal de las emisiones de GEI de Chile, de solo 0,26% del total mundial, es fundamental priorizar acciones climáticas que mejoren la productividad y tengan al mismo tiempo un gran impacto en descontaminación local y/o impacten la capacidad de adaptación al cambio climático. Adicionalmente deberíamos tener una estrategia público-privada para posicionar nuestras exportaciones con atributos de sostenibilidad, especialmente en el contexto en que países desarrollados están considerando impuestos al Co2 para importaciones de terceros países.    

Todos los países que han avanzado en penetración de energías renovables enfrentan desafíos como los que está enfrentando Chile. 

Existen diversas estrategias para abordar la intermitencia de las energías renovables y los desafíos de seguridad del sistema:

Sistemas de almacenamiento de energía: Los países están invirtiendo mucho en soluciones de almacenamiento de energía, como baterías a gran escala, almacenamiento hidráulico por bombeo y almacenamiento estacional de hidrógeno. Estos sistemas almacenan el exceso de energía producida durante los periodos de alta generación renovable y la liberan cuando la generación es baja.

Modernización de la red y redes inteligentes: Las redes inteligentes permiten una mejor gestión del flujo energético, garantizando que la energía se distribuya de forma eficiente. Mediante el uso de sensores avanzados y datos en tiempo real, pueden equilibrar la demanda y la oferta de forma dinámica.

Diversificación de la combinación energética: Al tiempo que se centran en las energías renovables, los países mantienen una combinación energética diversificada que puede incluir el respaldo de fuentes tradicionales como el gas natural o la hidroeléctrica de embalse. Estas fuentes pueden proporcionar energía fiable y a demanda cuando la generación renovable disminuye, si es que se han resuelto los cuellos de botella en transmisión. 

Programas de gestión de la demanda: Muchos países están aplicando técnicas de gestión de la demanda. Esto incluye incentivar a los consumidores para que utilicen la energía fuera de las horas punta, cuando la energía renovable está más disponible. Los medidores inteligentes y los modelos de tarificación diferenciados ayudan a los consumidores a ajustar su consumo a las horas en que existe más oferta, reduciendo los requerimientos de inversión en capacidad de generación, transmisión y almacenamiento. 

Uso de Inteligencia Artificial para mejorar la predictibilidad de oferta y demanda:  El uso de IA ayuda a predecir con mayor exactitud la generación de energía renovable y la demanda lo que unido a mejores pronósticos meteorológicos permite planificar y equilibrar mejor el suministro de energía con hitos intermedio en reducción de emisiones de GEI y carbono neutralidad al 2050.   Chile emitió 102 millones de toneladas (ton) de CO2 equivalente y sus  compromisos nacionales de mitigación en materia de cambio climático. 

Chile tiene una estrategias de largo plazo como parte de los acuerdos internacionales de acción climática comprometiéndose con la carbono neutralidad al año 2050, con hitos intermedios el 2030 y 2040, la última actualización de sus compromisos se realizó formalmente el 2020 (NDC). Adicionalmente se aprobó el 2022, una ley de cambio climático, que establece presupuestos acumulados de emisiones de GEI, con un máximo de emisiones de 1100 millones de entre 2020 y 2030.  El compromiso de Chile es reducir en 40 millones de toneladas el sector energético llegando al 2050 a 65 millones de toneladas emisiones de GEI, que con un secuestro equivalente del sector forestal se alcanzaría la meta de cero emisiones netas.  La estrategia supone que el presupuesto de abatimiento al 2050 se obtendría en un 25% por la electrificación de la industria, 22% por el uso de hidrógeno verde en las industrias difíciles de electrificar, la minería y el transporte de carga, 17% por edificación sostenible, 17% por la electromovilidad principalmente en el transporte público, 13% por el retiro de centrales a carbón y 6% por eficiencia energética.  Estas proyecciones a la luz de los antecedentes disponibles hoy resultan difíciles de lograr. y las proyecciones como las de la Agencia Internacional de Energía (AIE) resultan difíciles de lograr. En particular, la estrategia de descarbonización le otorga un rol desproporcionado al hidrógeno verde.