¿Cuánta gente que conoces, familiares o amigos, son capaces de describir lo que haces? ¿cuántos de ellos te recomendarían? ¿es fácil contactarte? Dejamos marca, todo deja marca, lo que dices o callas y lo que hagas o dejes de hacer. Independientemente de nuestro rol profesional, todos vendemos, en todo momento y en todo lugar, nuestra marca personal está activa siempre.
Marca Personal
En 1997, Tom Peters, escribió un artículo llamando “Una marca llamada tú”, dos años después lanzó el libro “The brand you 50” donde entregaba 50 recomendaciones para potenciar tú marca personal. Algunas de sus recomendaciones eran:
Hace 5 años
¿Qué estabas haciendo un día como hoy, hace 5 años? Cada etapa de la vida tiene su complejidad. Pero ¿has avanzado en el desarrollo de tú marca?
Debemos ser leales a nosotros mismos, a un propósito y a nuestros valores si queremos ser influyentes y consecuentes con nuestros equipos, colegas y clientes.
¿Cuánto vales?
La respuesta es simple: Lo que el mercado esté dispuesto a pagarte
Según Marta Emerson, el valor de mercado se define de la siguiente forma: “(E+F+H+E)x(N+C)xM” donde:
La Fórmula de Emerson nos desafía a:
Si en un proceso hay 100 candidatos parecidos, tu marca te hará único y permitirá que generes confianza antes de que te conozcan. Te posiciona a ti, no solo tu cargo y atraes oportunidades, más allá de salir a buscarlas. Es decir, la marca personal es tu “currículum vivo” en el mercado laboral. Si la trabajas bien, te vuelves más visible, más confiable, más valioso y más elegido. Y eso se traduce en mejores trabajos y mejores sueldos.
FIN
A veces es posible ver estrellas fugaces, pero si nunca miras al cielo, es difícil que logres verlas.
Cuando jugábamos videojuegos teníamos 3 vidas, aquí solo 1. De nada nos sirve solo aprender y no aplicar. La sabiduría viene de la práctica del conocimiento. Hay que dejarse transformar por el conocimiento.
Responsabilidad extrema, ninguna excusa es válida en las decisiones que tomas, la responsabilidad total es tuya. Deja de culpar a la suerte, al entorno o al pasado y asume que eres el protagonista.
Cuando no hay atajos, solo queda recorrer el camino con esfuerzo y determinación. Recuerda que el futuro no llega, el futuro se construye. Además, un trabajo es temporal, tu marca personal es para siempre, y lo que eres es tu activo de mayor valor.