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Más de 35 mil personas han muerto y más de 11 mil edificios se han derrumbado por los terremotos que sacudieron a Turquía y Siria

Durante la madrugada del 6 de febrero de 2023, dos terremotos de magnitud 7.8 y 7.5 sacudieron a la ciudad de Gaziantep y a la provincia de Kahramanmaraş en Turquía, causando daños significativos en varias ciudades y pueblos de la región, afectando zonas de Siria.

Según las últimas estimaciones, los terremotos han dejado un saldo de al menos 35 mil personas muertas y más de 85 mil heridos. Además, decenas de edificios han sido destruidos o gravemente dañados, incluyendo viviendas, escuelas y edificios públicos, se estima que en 10 provincias de Turquía se derrumbaron alrededor 11 mil edificios.

Las autoridades locales están trabajando arduamente para responder a la emergencia, brindando ayuda y asistencia a las personas afectadas. Diversas organizaciones de socorro de la zona, como también internacionales, están en el lugar proporcionando alojamiento, comida y agua potable a los desplazados y heridos.

El gobierno turco del Presidente Recep Tayyip Erdoğan ha declarado un estado de emergencia de 3 meses en las 10 provincias afectadas y ha enviado equipos de rescate y expertos en sismología para evaluar la magnitud del daño y brindar ayuda. Además, se están llevando a cabo esfuerzos para localizar a las personas atrapadas bajo los escombros, el ministro del Interior, Süleyman Soylu llamó a abstenerse de entrar a edificios dañados, por riesgos de derrumbe y posibles réplicas.

El presidente turco, Recep Tayyip  Erdoğan ha catalogado la catástrofe como “el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan".

Estos eventos telúricos han sido muy devastadores por diversas razones, en cuanto a geografía, Turquía se encuentra sobre la placa tectónica de Anatolia y está “atrapada” entre las placas tectónicas euroasiática y la africana. 

Sumado a esto, los terremotos se dieron a una distancia muy superficial de la corteza terrestre a solo 18 kilómetros, lo que provocó que la energía del sismo no se pudiese liberar completamente antes de llegar a la superficie.

Turquía y Siria cuentan con normas de construcción poco estrictas para una zona de alta actividad sísmica, a diferencia de Chile o Japón, es posible que estas estructuras no se adecuen a la normativa, asimismo la antigüedad de los edificios es un gran factor de derrumbe en caso de movimientos telúricos.

El terremoto ha conmocionado a la nación y ha movilizado a la comunidad internacional para brindar su apoyo. Se han recibido ofertas de ayuda de muchos países, incluyendo equipos de rescate, suministros médicos y financiamiento para la reconstrucción.

Este desafortunado evento es un recordatorio de la importancia de estar preparados para desastres naturales y de la necesidad de una respuesta rápida y eficaz en caso de emergencias.

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