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Construcción Sostenible en Colombia: Un Enfoque Articulado para Enfrentar la Crisis Climática y Ambiental

En un mundo donde la expansión urbana avanza sin precedentes y el cambio climático es una creciente amenaza, la construcción sostenible emerge como una respuesta vital para transformar los desafíos en oportunidades. Con proyecciones que indican que el 68% de la población mundial residirá en áreas urbanas para 2050 (UN, 2018), y siendo el sector de la construcción responsable del 42% de las emisiones globales, nos encontramos en un momento decisivo para repensar cómo construimos nuestras ciudades. En Colombia, donde los efectos del cambio climático cada vez son más son palpables a través de eventos extremos como inundaciones, sequías e incendios, la adopción de prácticas constructivas sostenibles representa una vía para proteger y regenerar la biodiversidad, creando espacios urbanos que coexistan armónicamente con la naturaleza, apuesten por la disminución de emisiones de carbono y aseguren un futuro más resiliente para las próximas generaciones.

El impacto de la construcción sostenible está en plantear soluciones para enfrentar la crisis climática mediante prácticas que limitan el impacto ambiental de los proyectos y fomentan la resiliencia en el entorno construido. La selección estratégica del terreno, por ejemplo, evita la ocupación de áreas de alto valor ecológico, mientras que la implementación de corredores ecológicos y áreas verdes promueven la conectividad de los hábitats y ayudan a mitigar la fragmentación de los ecosistemas. 

En este contexto, el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) impulsa certificaciones de sostenibilidad integral como CASA Colombia, LEED y Envision, que fomentan prácticas que van desde el uso de materiales sostenibles y la reducción del consumo energético, hasta el manejo de recursos hídricos, la gestión de residuos y la protección de la biodiversidad. Apostando por proyectos que no solo minimizan su huella de carbono, sino que también protegen el entorno natural, promueven la salud de los habitantes y una interacción más armónica con la naturaleza.

Adaptación y mitigación en la construcción frente al cambio climático y la crisis ambiental

Ante la magnitud y complejidad de la crisis climática y ambiental que enfrentamos, se hace evidente la necesidad de adoptar un enfoque articulado que integre tanto la mitigación como la adaptación al cambio climático, exigiendo una respuesta multidimensional que incorpore aspectos como la resiliencia y la descarbonización. Además, es crucial que esta aproximación integral se manifieste en todas las escalas del entorno construido: desde la vivienda individual hasta las grandes infraestructuras urbanas, pasando por edificaciones no residenciales y el diseño mismo de nuestras ciudades. Solo mediante esta visión holística podremos hacer frente efectivamente a los retos sin precedentes que la crisis planetaria nos presenta, transformando nuestros espacios construidos en elementos activos de la solución.

Ahora bien, entre las prácticas esenciales que se están aplicando, se destaca el diseño bioclimático, que optimiza el uso de recursos naturales para aumentar la eficiencia energética en los edificios. La implementación de soluciones basadas en la naturaleza como áreas y techos verdes que ayudan a absorber el carbono y a mitigar el efecto de “isla de calor” en las ciudades, creando entornos más habitables tanto para las personas como para las especies locales. Además se encuentran prácticas de gestión sostenible de los recursos, como el reuso de agua lluvia e integrar sistemas de energía renovable, esto último además potenciado por políticas públicas que incentivan estas prácticas y refuerzan la viabilidad económica de proyectos que integren modelos que disminuyan el uso de combustibles fósiles. 

Otro aspecto importante, es la gestión responsable de residuos mediante prácticas de economía circular, donde el reciclaje y la reutilización de materiales permiten reducir significativamente la generación de desechos. Estas estrategias no solo contribuyen a disminuir la huella ambiental de cada proyecto, sino que también promueven el uso eficiente de los recursos.

Por otro lado, uno de los aspectos en los que recientemente se ha venido trabajando y en los que aún hay mucho por hacer, es a nivel de materiales que integren atributos de sostenibilidad, en este sentido, recientemente el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, junto a CAMACOL y con el respaldo de la Cooperación Económica de la Embajada Suiza,  lanzó la plataforma SOSTENIDO, una herramienta digital integrará el catálogo más completo de materiales de construcción con atributos de sostenibilidad en el mercado, junto con una calculadora de impacto ambiental, que permite visualizar en tiempo real el efecto de distintos materiales sobre el medio ambiente en proyectos de construcción. De esta forma, constructores y diseñadores pueden elegir materiales de menor impacto, contribuyendo directamente a los objetivos de reducción de emisiones globales y ayudando a la industria a tomar decisiones responsables y alineadas con los estándares ambientales internacionales.

Ahora, para que un proyecto de construcción sea verdaderamente resiliente y sostenible, debe equilibrar su impacto en el medio ambiente y en las comunidades locales. Esto implica diseñar y construir pensando en la durabilidad y adaptabilidad de los edificios ante eventos extremos y priorizar prácticas que favorezcan la equidad y el tejido social. Estos enfoques son clave para la transformación del sector hacia un modelo más sostenible y regenerativo. 

Así, el sector de la construcción tiene una gran responsabilidad en la protección del medio ambiente y en la mitigación de la crisis climática, ofreciendo un modelo que no solo limita los impactos negativos, sino que genera beneficios ambientales y sociales. Al adoptar prácticas sostenibles y educar a las comunidades, el sector contribuye significativamente a la creación de un futuro más equilibrado, donde la construcción y el ambiente coexisten y se fortalecen mutuamente.