Chile está viviendo una crisis hídrica, con una mega sequía que no da tregua, lo que ha generado que ocho regiones del país estén bajo decreto de escasez hídrica por parte de la Dirección General de Agua, y aunque sea difícil de creer, lo están lugares como la Antártica o las Torres del Paine
Ante esos problemas, Nicolás Barroso, miembro del directorio de ACADES comparte las propuestas y proyecciones del gremio para manejar y potenciar el recurso hídrico.
Por una Estrategia Nacional de Desalación
Uno de nuestros principales objetivos es contribuir a mejorar las políticas públicas y regulaciones de la industria del reúso y la desalinización, aportando evidencia científica y promoviendo una industria sustentable que contribuya a enfrentar la escasez hídrica que hoy en día vive Chile.
En nuestro ordenamiento jurídico, se observa una importante brecha y carencias sustanciales en cuanto a la regulación de esta materia. Es por ello, que es necesario impulsar el desarrollo de una Estrategia Nacional de Desalación y de una política clara que permita el reúso de aguas servidas tratadas que, hasta ahora, no han logrado posicionarse en las prioridades de la agenda pública. La amplia experiencia y diversidad de empresas socias de ACADES nos permite ofrecer una visión integral que abarca tecnología, innovación, sustentabilidad y regulación, para abordar los desafíos en la industria del reúso y la desalinización de manera efectiva y contribuir a mejorar las políticas públicas, enfrentar la escasez hídrica en Chile y promover una industria sustentable. Nuestro motor es promover el desarrollo del reúso y la desalinización como fuentes de agua no convencionales para el consumo humano y las actividades productivas.
Por último, nuestro objetivo es impulsar un mayor conocimiento y concientización en la industria, para que las personas comprendan los beneficios de estas fuentes, y se desvanezcan los mitos que rodean a estas soluciones. En muchas ocasiones, estos mitos pueden generar malentendidos y riesgos para el desarrollo de la industria, por lo que es importante fomentar una comprensión más clara y precisa de sus ventajas.
Desafíos para el 2023 de la industria
Por un lado, debemos acelerar el desarrollo y construcción de plantas desaladoras en el país, especialmente en todas las ciudades costeras de la zona norte y central de Chile. Para esto, se requiere un régimen legal integrado que mire a la desalinización en todas sus etapas: desalación, transporte y distribución de agua. Hoy los proyectos se ven entorpecidos por normativas dispersas que no permiten a las empresas contar con certeza jurídica sobre el derecho de uso y aprovechamiento del agua desalinizada, así como problemáticas en las concesiones marítimas y ausencia de normas que habiliten la construcción de acueductos, entre otros. Para esto serán clave los acuerdos que logren los Consejos Regionales de Cuencas (en las 16 regiones del país) y el Comité Interministerial de Transición Hídrica Justa, así como también una serie de mesas de emergencia hídrica que funcionan en territorios de profunda escasez de agua.
Hoy en día, el motor de la industria se encuentra en el desarrollo de proyectos. En Chile, uno de los principales desafíos en el desarrollo de permisos para proyectos de desalinización radica en la complejidad y cantidad de trámites y autorizaciones requeridas por diferentes organismos y entidades, lo que genera demoras significativas. En países como Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Australia, se han establecido marcos regulatorios claros y específicos para la desalinización, lo que ha permitido una mayor eficiencia en los procesos de permisos y ha fomentado el desarrollo de la industria. Por ejemplo, en Israel, la Autoridad de Agua de ese país establece los requisitos técnicos y de calidad del agua para proyectos de desalinización, lo que facilita el proceso de obtención de permisos.
En paralelo, y no menos importante, es fundamental considerar el reúso de aguas residuales tratadas como una fuente de agua fresca. En el mundo, varios países han implementado esta alternativa con éxito, teniendo en común la necesidad de enfrentar una importante crisis hídrica. Así, el tratamiento de aguas residuales se ha convertido en una alternativa viable para asegurar el abastecimiento de agua. En Australia, la Ley Nacional de Gestión de Aguas Residuales ha establecido un marco regulador para el reúso de agua tratada, lo que ha permitido el desarrollo de proyectos de reutilización en distintas partes del país. Otros países que también han implementado esta alternativa son Israel, Qatar, Kuwait, Singapur y algunos estados de los Estados Unidos.
Chile debe estar a la altura porque, en este escenario de cambio climático, cada gota cuenta. Leer más
