El agua no tiene un sustituto directo ¿Cómo la estamos cuidando y gestionando en proyectos de construcción?
Actualmente la crisis hídrica afecta a una gran cantidad de personas alrededor del mundo. De hecho, el Banco Mundial indica que el 10% del total de migraciones que se producen podrían estar ligadas a la falta de agua.
Datos como estos parecieran no reflejar la situación de muchos ciudadanos, que al abrir el grifo obtienen agua sin mayor problema. Sin embargo, pocos son los que se han detenido a pensar en el siguiente hecho: mucha del agua que corre por nuestras cañerías actualmente es agua milenaria que proviene de los deshielos de los glaciares que retroceden año a año. Además, a veces olvidamos que numerosas localidades viven con problemas de abastecimiento de agua.
A estas alturas alguien se podrá preguntar cómo influye este contexto en la industria de la construcción. Partamos diciendo que el agua no tiene un sustituto directo. Por otra parte, dicho recurso está presente en prácticamente todo el ciclo de vida de un proyecto de construcción. En efecto, tenemos consumo de agua, al menos, en la extracción de materias primas, en la construcción, en la operación del edificio y en la demolición de este. Sin embargo, ¿sabemos cómo se emplea el agua en cada una de las etapas del ciclo de vida? Si sufriéramos la falta de esta, ¿sabríamos dónde realizar ahorros y cómo llevarlos a cabo? ¿Estamos al tanto de la legislación que existe en la actualidad con respecto a las prácticas de ahorro de agua que se pueden aplicar?
Abordaremos de manera breve estas interrogantes, de manera tal de entregar algunas orientaciones al respecto, puesto que esta temática aún se encuentra en un punto inicial.
Actualmente no disponemos de información detallada respecto a cuáles son las actividades que consumen agua a lo largo de todo el ciclo de vida. Posiblemente la etapa de operación del edificio es la que más se ha estudiado, dado que dicha etapa es bastante larga en el tiempo. Esta se encuentra fuertemente ligada a las decisiones que los profesionales tomen en la etapa de diseño, pero también al comportamiento de los usuarios.
En relación con la etapa de construcción, podemos decir, de manera global que las actividades que emplean agua son: movimiento de tierra; limpieza de vehículos, equipos, herramientas, elementos y accesorios; control de polución; trabajadores; materiales y procesos; pruebas y aseo. Aunque no es una actividad como tal, no podemos dejar de nombrar las fugas, que son una fuente importante de desperdicio de agua. En la actualidad existen empresas que han comenzado a innovar en materia de recuperación de aguas grises, con el fin de generar ahorros importantes en el consumo de este recurso vital. Un ejemplo de ello es la recuperación de agua del lavado de la bomba de hormigón.
Con respecto a la legislación, existe la Ley 21.075 que regula la reutilización de aguas grises y que es un gran primer avance. No obstante, aún tenemos un gran camino por delante y se hace necesario que cada vez sean más los actores que se interesen por esta temática, pues para bien o para mal, la situación hídrica actual de nuestro país, según los expertos, ha llegado para quedarse. Leer más