Impermeabilizar es proteger la estructura del daño que le ocasiona el agua. Esto, además de afectar negativamente en la vida útil a las edificaciones, ocasiona problemas de habitabilidad y la calidad de vida de las personas se ve afectada.
Observamos cómo los proyectos de infraestructura se deterioran a la vista de todos por la presencia no deseada del agua.
Nuestra tarea es desarrollar una estrategia que genere conciencia, que aporte herramientas y difunda conocimientos para permitir que las obras sean amigables en términos de habitabilidad con las personas y evitar que la presencia del agua y, consecuentemente la humedad, se transforme en algo contrario a una buena calidad de vida
Una vez definido el proyecto de arquitectura y cálculo, se puede confeccionar el proyecto de impermeabilización teniendo en cuenta además un diálogo interactivo con las otras especialidades (gasfitería, paisajismo, etc.) Este proyecto abarcará todas las áreas a impermeabilizar con sus respectivos sistemas e interacción con otras actividades de la obra.
La impermeabilización debe proteger desde las fundaciones, jardines, estacionamientos, zonas de recreación, zonas húmedas interiores, estanque de agua, cubiertas, etc., es decir todas las áreas que puedan tener presencia de humedad que afecten a la edificación y a sus habitantes.
El éxito de un proyecto depende de la correcta ejecución y coordinación de muchas especialidades
Contar con un Proyecto de impermeabilización facilita el control de todas sus variables. Este debe indicar los sistemas impermeabilizantes, métodos de instalación y de recepción. Sobre estos aspectos se elaborará un plan de control y en la medida que este plan se cumpla adecuadamente, obtendremos la calidad esperada. Adicionalmente, se debe dejar instrucciones para su mantención.
La falla más frecuente es que sólo existen especificaciones. Esto deriva en una sumatoria sin fin de improvisaciones, todo se funda, solamente, en la buena voluntad. Lo más usual es observar malas especificaciones, instalación de los sistemas de manera defectuosa e inapropiada, materiales inadecuados, poca experiencia en mano de obra, etc. La regulación de las actividades busca establecer un piso mínimo de aceptación de la calidad de la actividad en cuestión. Si no existe ese piso, cualquier persona puede considerar lo pertinente, y está en ámbito de lo aceptable, aunque esté incorrecto. Este piso acota las condiciones de competencia y además protege a los compradores, pues le permite exigir algo que tiene regulación y que el constructor está obligado a entregar documentación de lo que ejecutó al Municipio.
Regulaciones y normas
Reconocemos dos mecanismos regulatorios: La Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, que es la norma instrumental básica de la construcción en Chile, y las Normas INN que son las herramientas de verificación de la Ordenanza.
En este sentido, como gremio consideramos que el Estado deja hoy en la orfandad a los ciudadanos que adquieren una vivienda pues no reconoce en la Ordenanza explícitamente la exigencia que los espacios a habitar estarán exentos de humedad e impermeables.
En lo que respecta a las Normas, esperamos en conjunto con el INN y el MINVU el desarrollar un cuerpo de normas que le den sustentabilidad a nuestro sector
Esperamos obtener una respuesta por parte del ministro Carlos Montes a la solicitud de modificación de la Ordenanza General, incluyendo además al trabajo permanente con el INN y el MINVU en la elaboración de Normas Nacionales para la impermeabilización.
Por otro lado, estamos trabajando en el Quinto Congreso de la impermeabilización, con la temática "La Calidad en la Impermeabilización", junto a la Universidad Central, sumando la realización de actividades de difusión y capacitación al interior de la Asimp, involucrando también al ecosistema de la construcción. Leer más
