Pregúntate: ¿Existe hoy gestión digital de la información BIM en mi organización?
Está pasando en todo el mundo que este acrónimo proveniente del inglés nos está quedando corto cuando se trata de describir los beneficios de su adopción, y una de las buenas noticias que he percibido es que cada vez está más extendido el comenzar a referirse a BIM, como gestión de información basada en datos a través de todo el ciclo de vida de los proyectos. Esta ampliación de su alcance es una oportunidad de llegar a más actores de la cadena de valor del sector construcción, que muchas veces asociaban BIM solamente con herramientas de modelado 3D.
Pero hay aspectos como, por ejemplo, el tamaño de las empresas que es muy incipiente para impulsar la adopción de BIM e implica que no puede abordarse de igual manera en empresas pequeñas, medianas o grandes. Recientes datos del Reino Unido muestran que la adopción de BIM en empresas pequeñas es de sólo un 50%, comparado con el promedio del total de las empresas del sector construcción que es de 73%. Parte de lo que se necesita en ese sentido, son formas de racionalizar la adopción de BIM que sean apropiadas y proporcionales al volumen de cada empresa.
Independientemente de esto, el principal aliciente sigue siendo sin duda que cada vez más mandantes públicos y privados están solicitando BIM en sus proyectos, por lo que, es indispensable que los líderes de cada organización proveedora evalúen de qué forma podrían abordar su adopción más temprano que tarde.
Ahora, siendo justos con todos los actores del sector construcción, es comprensible que haya mucha confusión respecto a qué involucra una adopción de esta metodología, por la sencilla razón de que hablar de gestión de información toma un significado muy amplio.
Mi sugerencia es volver a lo básico y hacer nos la pregunta correcta: Independiente de BIM, ¿existe hoy gestión de la información en mi organización? Y la respuesta va a ser invariablemente que sí. La gestión de la información ocurre siempre, ya sea en la planificación, en el desarrollo o en la operación de un edificio o infraestructura y la razón es muy simple, en este sector productivo como en cualquier otro, también necesitamos comunicarnos. Lo que puede pasar es que no seamos conscientes de que en el día a día gestionamos, de buena o mala manera, información sobre los proyectos.
Un buen punto de partida es compartir experiencias precisamente con el resto de los actores con los que yo frecuentemente intercambio información. Por ejemplo, en el caso de las organizaciones que solicitan información, es importante que se comuniquen con sus proveedores como parte del diagnóstico previo a una implementación de BIM. Dependiendo de la especialidad, puede ocurrir que muchos de ellos ya lo utilicen, pero también puede ocurrir lo contrario y es aconsejable conocer esa realidad antes de hacer los requerimientos. Una vez pasada esa etapa, a nivel nacional e internacional, se utilizan documentos estándar tanto para solicitar BIM como para ofertar servicios con BIM.
Estos documentos estándar obviamente se ajustan a la necesidad de cada proyecto, pero su gran valor está en que evitan el descuido de aspectos fundamentales como establecer las capacidades de cada equipo, sus competencias, sus recursos tecnológicos y en general el cómo se abordará para ambas partes la gestión de información durante todo el proceso (cantidad de entregas, los entregables, formatos, nivel de detalle etc). Las empresas deberían familiarizarse con estos estándares para protegerse de las amenazas de una pobre gestión de información, asegurándose de que, en concreto, la información de sus proyectos se encuentra segura, es recuperable y es reusable todo el tiempo, antes, durante y después del fin del proyecto, incluso si el mandante no ha hecho este requerimiento. Desafortunadamente en la práctica actual, la mayoría de la información recolectada y desarrollada durante el desarrollo de un proyecto no queda disponible, por ejemplo, para los operadores o administradores de edificios e infraestructura, algo realmente incomprensible dado los perjuicios para el propietario y/o usuario que puede provocar una pobre gestión durante la vida útil de un activo.
El cambio se va a acelerar cuando identifiquemos cuáles son las tomas de decisiones clave del negocio, que pueden apoyarse con una adopción de gestión de información basada en datos, pero para esto debemos primero poder llegar a visualizar como ambas cosas se encuentran inevitablemente conectadas. Leer más