Chile tiene la oportunidad de convertirse en un líder mundial no solo en la exportación de minerales, sino también en la exportación de conocimientos, innovación y tecnologías. Este potencial, una vez adquirido, puede aplicarse a mercados globales tanto en la minería como en otras industrias, lo que abre una puerta significativa para el desarrollo del país. La idea de utilizar la minería, nuestra principal riqueza, como un motor para el crecimiento en conocimientos y emprendimientos, ha encontrado un fuerte eco en los círculos de la industria.
Características del Negocio Minero
El negocio minero es esencial y de una escala planetaria, con grandes perspectivas futuras, especialmente en la producción de cobre y litio, manejada por un país relativamente pequeño. Sin embargo, esta actividad enfrenta problemas productivos, ambientales, sociales y de legitimidad que requieren enfrentarse a través de desafíos científicos y tecnológicos. Alrededor de la minería, se ha desarrollado un ecosistema de innovación y emprendimiento sofisticado y consciente, compuesto por entidades públicas, privadas y académicas, que han trabajado en diagnósticos, hojas de ruta y la construcción de institucionalidad para abordar las brechas más profundas, como la inconsistencia en el tiempo de las políticas públicas.
La minería también tiene sinergias evidentes con industrias del futuro, como el hidrógeno verde, la desalación de agua de mar y las energías renovables. Además, en un contexto donde se espera que Chile contribuya al desafío global del cambio climático con la producción sustentable de minerales indispensables para la transición energética y la electromovilidad, se presenta una oportunidad única.
Aprovechamiento de la Innovación Minera
Chile es uno de los países más emprendedores del mundo, con altas tasas de emprendimiento que lo sitúan entre los líderes globales, tanto en intensidad como en ambición. La academia ha contribuido significativamente, con el 50% de las ideas desarrolladas por emprendedores nacionales. Santiago de Chile ha sido destacado internacionalmente como una ciudad con alta actividad de startups en temas mineros, aunque esto podría generar controversia sobre por qué no se destaca a otras ciudades mineras como Antofagasta o Copiapó.
Iniciativas de Innovación en Minería
Compañías como BHP, AngloAmerican, Antofagasta Minerals y Codelco han promovido la innovación y el emprendimiento de manera más sistemática. Programas como SAWU y las aceleradoras Aster de BHP, los convenios de AngloAmerican y Codelco con el Centro Nacional de Pilotajes de Tecnologías Mineras, y las plataformas de innovación abierta como Innovaminerals de Antofagasta Minerals, reflejan una nueva conciencia en este ámbito.
Las universidades también han desempeñado un papel crucial. La Universidad de Concepción, con su tecnología de procesamiento de concentrados de cobre “cero emisiones y cero residuos”, desarrollada por el profesor Igor Wilkomirsky, ha atraído el interés de grandes actores internacionales. Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes ante los desafíos actuales.
Presupuesto para Innovación y Emprendimiento
Desde 2018, el presupuesto público para ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento ha disminuido, y el gasto en I+D como porcentaje del PIB nacional es de solo 0,34%, muy por debajo del promedio de la OCDE de 2,68%. Además, la inversión se ha concentrado en programas ANID, específicamente en "progreso general del conocimiento", lo que refleja una captura por los científicos, dejando de lado la ciencia orientada.
El Foro Económico Mundial en 2020 señaló debilidades graves en la colaboración público-privada y en los incentivos e inversiones para la investigación y la innovación en Chile. A pesar de que el royalty minero fue creado en 2005 para avanzar hacia una economía del conocimiento, solo un tercio de los recursos se ha invertido en I+D+i.
Innovación en Minería en Chile
El sector minero muestra cifras bajas de gasto en I+D tanto a nivel absoluto como en intensidad sectorial, muy por detrás de países como Noruega, Canadá, Estados Unidos, Suecia y Australia. La cantidad de personas dedicadas a I+D en Chile también es baja en comparación con estos países.
La nueva ley de royalty minero, aprobada recientemente, destina los fondos recaudados al financiamiento de los gobiernos regionales, con poca claridad sobre su uso para innovación y desarrollo tecnológico, lo que podría desviar los objetivos estratégicos de largo plazo.
Conclusiones
Chile podría beneficiarse enormemente de su condición de líder minero, no solo en la exportación de minerales, sino también en conocimientos, innovación y tecnologías. Este conocimiento puede aplicarse a mercados globales, agregando un potencial significativo al modelo de crecimiento basado en recursos naturales. Es crucial que Chile aproveche esta riqueza para transformarse en un referente de conocimiento y tecnología en el ámbito minero, asegurando un desarrollo sostenible y equitativo.