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¿Dónde quedó la discusión sobre el modelo de desarrollo?

“A problemas complejos, respuestas 4.0”, dirán los que están en la frontera tecnológica. “Esta huevá es delito”, dicen los que recorren el sistema por los atajos y los peajes de la corrupción, “en paro” los que debieran estar haciendo cambios en la educación para la tan anhelada calidad, “es la permisología”, dicen los que ven que la inversión no tiene el dinamismo que permitiría un crecimiento que nos ayude a retomar la senda de progreso, “es la inmigración” los que intentan poner allí el foco del problema de la seguridad, “es la izquierda”, “es la derecha”, “es la agenda 2030”

En fin, eso es lo que estamos hablando del país, estamos en la contingencia de la crisis, y pareciera ser que atrás quedó la discusión sobre el modelo de desarrollo, nuestra estrategia de mediano y largo plazo no existe y podría ser razón suficiente para “matar la esperanza”, como sentidamente dijo un colega mientras hablábamos sobre futuro.

Es cierto, se matan las esperanzas cuando la educación no está entregando las herramientas para “el siglo XXI”, porque ya no basta con educación de calidad; cuando las empresas quiebran y despiden gente, que está sin herramientas para emprender y sin pensiones dignas que les permitan sobrevivir, porque ya no basta con el espíritu emprendedor, hay que tener conocimientos y entender el mundo digital global; cuando seguimos con foco en la explotación de recursos naturales con modelos extractivos y no nos hacemos cargo de los impactos ambientales y sociales que generan esas industrias. Y para colmo, la pandemia nos mostró que estamos todos superconectados, que las crisis son globales y pareciera que las causas de los problemas tienen las mismas raíces, por cierto, la crisis climática es una de ellas. 

¿Dónde quedó la discusión sobre el modelo de desarrollo Pérez

Soltar y dejar venir, lo viejo no acaba de morir y lo nuevo emerge. Estamos en una revolución tecnológica que cruza todos los ámbitos de nuestra vida, el aumento de conocimiento es tanto que no somos capaces de asimilarlo. Si como país nos cuesta adoptar tecnologías, era casi esperable el estado en el que estamos. No se puede competir globalmente a “la chilean way”, con harto escondido bajo la alfombra. “Tenemos muchas capacidades en Inteligencia Artificial, podríamos liderar en América Latina”, se comentó, a propósito del “Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial”. Es verdad, podría ser, pero el desarrollo no se trata de tomar el artefacto “inteligencia artificial” y mostrar que lo aplicamos en el país que tenemos. 

No podemos olvidar que la tecnología avanza como caballo de carrera, pero la dirección de la innovación la fijan los países. Si los modelos de desarrollo pasados buscaron el consumo como norte de la innovación, tal vez está en nuestros propios problemas la respuesta a esa dirección, sin olvidar que estos mismo estarán en todo el mundo. El desarrollo para Chile implica un cambio social enorme, y podremos ser campeones en ciencias sociales y humanidades, pero pasar del diagnóstico a la transferencia tecnológica de tecnologías sociales en la era digital, no lo ha hecho nadie, que yo sepa. Tal vez ahí está nuestra verdadera oportunidad para invertir, con visión de largo plazo por nuestro desarrollo sostenible. Leer más