Industrialización será una nueva normalidad en la industria construcción
La construcción es una de las actividades económicas más antiguas del mundo y, al mismo tiempo, una de las más importantes, al ser responsable por el 13% del PIB mundial. Aun así, en las últimas dos décadas, el sector está sintiendo los efectos por haber crecido solamente el 1% en productividad y por haber esperado más tiempo para incorporar la digitalización. Con eso, su rendimiento a lo largo de dicho período fue menor que en otros segmentos.
Según el reporte de McKinsey, The Next Normal in Construction - How disruption is reshaping the world’s largest ecosystem, publicado en 2020, la baja productividad está vinculada a factores como la demanda cíclica, lo que limita la estandarización y la prefabricación de componentes, la complejidad de los proyectos, retos logísticos, sistemas artesanales y falta de mano de obra calificada, burocracia, política del menor precio y facilidad de nuevos entrantes.
Sin embargo, la construcción tiene la oportunidad de volver a lograr resultados expresivos en la próxima década, principalmente, si las empresas cambian su manera de actuar, incorporando nuevas tecnologías y disrupciones. Eso porque los cambios están cada vez más rápidos. Hay actualmente una presión en los costos en las obras, por precios más accesibles para viviendas habitacionales, y por reglas más rígidas en términos de sostenibilidad y seguridad en el sitio de trabajo, además, de nuevas demandas por parte de los consumidores.
Para el reporte de McKinsey, las disrupciones emergentes, que incluyen la industrialización y nuevos materiales, la digitalización de productos y procesos, y los nuevos entrantes podrán modelar la dinámica de la industria de la construcción.
En lo que se refiere a la industrialización, el sistema modular, la automatización de la producción en la industria (off-site) y la automatización del montaje en el sitio de trabajo transforman la manera con que se aborda el sector de la construcción, que pasa a ser más industrial, basada en el producto o en el área de la prefabricación de hormigón en el sistema constructivo. Por otro lado, el uso de nuevos materiales, más livianos, resistentes y que permitan una reducción de las emisiones de carbono contribuyen para cumplir con las diversas demandas de la sociedad, y pueden cambiar la ecuación logística. Mientras la digitalización permite la integración entre todas áreas, mayor control de la cadena de valor y un cambio hacia una toma de decisión más basada en datos. El BIM, por ejemplo, es una realidad en la industria de la prefabricación de hormigón.
El reporte menciona que el próximo paso hacia la transición para una producción eficiente off-site pasa por la integración a los sistemas de producción automatizados, como fue realizado por la industria automotriz hace algún tiempo. De ser así, el sitio de trabajo se transformará en un sitio de montaje, ampliando la productividad y la seguridad. Aún de acuerdo con otro estudio de McKinsey, elaborado en 2019, la reducción del tiempo de construcción puede llegar entre el 20 y 50%.
Dicho cambio para un ambiente más controlado resulta en innumerables beneficios en lo que se refiere a la productividad, mayor seguridad, sostenibilidad, calidad, resistencia y durabilidad, como mejores condiciones de trabajo, cero de retrabajo, menos desperdicio de materiales, menor costo, menor generación de desechos, menor uso de materiales y de recursos naturales, planeamiento pormenorizado de la producción, montaje y logística y mayor precisión de las estructuras.
McKinsey trae también en el reporte nueve cambios que podrán alterar el ecosistema de la construcción. Dichos cambios son: sistema de abordar basado en el producto, mayor especialización, mayor control de la cadena de suministro y generación de valor, inversión en tecnología y plantas industriales, foco en el cliente y en las marcas, inversión en recursos humanos, internacionalización, sostenibilidad, y consolidación. La mayoría de los 400 empresarios del sector entrevistados para el reporte cree en la posibilidad de que dichos cambios puedan ocurrir (75%) y en los próximos cinco años (más de 60%). Leer más