“3 billones de vidas humanas terminaron el 29 de agosto de 1997. Los sobrevivientes al fuego nuclear llamaron a la guerra “Juicio Final”. Sobrevivieron sólo para encarar una nueva pesadilla... la guerra contra las máquinas”. (Terminator 2: El juicio final - 1991).
James Cameron, revolucionó la forma de hacer cine con su película Terminator 2: El juicio final, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, sembrando en las mentes de quienes la vimos, una pregunta novedosa: ¿Las máquinas son nuestras enemigas o aliadas?
Extrapolando estos conceptos a la industria de la construcción, hay quienes aún encuentran en la tecnología una amenaza. Dejando de lado restricciones económicas, existen falsas razones que podemos tener para no incorporar nuevas tecnologías a nuestros procesos constructivos: costos más elevados, “las cosas funcionan” y falta de oferta en el mercado.
SUPUESTOS COSTOS MÁS ELEVADOS
Es verdad que tener máquinas y software actualizados supone esfuerzos económicos palpables; pero no hacerlo, impacta en costos intangibles: como perder la oportunidad de que un cliente nos busque para sus proyectos. La decisión que nos contraten está impulsada en gran medida por procesos emocionales. Las marcas o personas que comprenden esto pueden influir en la percepción del consumidor creando conexiones más profundas y duraderas. El tener o no una máquina, puede hacernos ganar o perder un proyecto.
"Ven conmigo si quieres vivir".
En Terminator 2, se piensa al inicio que el personaje androide de Schwarzenegger, ha llegado del futuro para destruir a los héroes, cuando sorpresivamente es quién los protegerá hasta el final de la película.
RESISTENCIA AL CAMBIO
Hace unos años, para medir la calidad del proceso constructivo de un piso industrial, se usaba el proceso de la regla manual de 3 metros, buscando detectar deformaciones sobre una línea de puntos respecto al nivel o altura especificada. Este proceso ahora se hace utilizando perfilógrafos parametrizados que nos dan la respuesta en segundos. Hoy en día habría muchas personas con las espaldas dañadas por estar tendidas en el piso midiendo deformaciones con una regla, y muchos proyectos atrasados por una restricción tecnológica. Muchas veces la resistencia al cambio se da porque “estamos incómodamente cómodos” haciendo las cosas como las hacemos, en otras palabras “porque funcionan".
FALTA DE OFERTA EN EL MERCADO (La magia del aburrimiento)
En una ponencia sobre familia y educación, la Dra. Marian Rojas enseña que para llegar al progreso se necesita pasar por el aburrimiento. Nos advierte de cómo nos acostumbramos más y más a la gratificación inmediata de las pantallas, y cómo así condenamos a nuestros hijos a no aburrirse, a que nada les falte, a no usar la cabeza. Por otro lado, puede que en nuestro país no exista un proveedor con lo último en tecnología para nuestros proyectos, pero con ayuda de un teléfono con Internet podemos encontrarla. Es entonces que combinando el aburrimiento con la tecnología podemos llegar a ese balance impresionante que llamamos creatividad. Para acceder a tecnologías constructivas, lo que hace falta es tener la necesidad, estar aburrido, estar frustrado, lo que nos llevará a ser creativos para buscarlas y obtenerlas. Seguramente “estamos a un email” de esa nueva máquina láser que tanto queremos.
EL FUTURO NO ESTA ESCRITO
Terminator 2 nos enseña que el futuro no está escrito. El ACI 302 nos habla de metodologías, y tecnologías para la construcción de pisos de concreto: máquinas guiadas por láser, dosificadores mecanizados, alisadoras tripuladas, perfilógrafos, etc. Cada año estos equipos y normas evolucionan. La tecnología está disponible allí afuera; lo que deberíamos hacer es preguntarnos más a menudo ¿qué tan aburrido estoy? ¿qué tan inspirado vivo?