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¿Qué es la Minería Urbana? Recuperando Valor de los Residuos Tecnológicos

¿Qué es la minería urbana y cómo se diferencia de la minería tradicional?

La minería urbana se enfoca en recuperar recursos valiosos de productos obsoletos, como aparatos eléctricos y electrónicos, reutilizando materiales como cobre y metales preciosos. A diferencia de la minería tradicional, que extrae estos recursos de la naturaleza mediante la explotación de la tierra, minería subterránea o en superficie, la minería urbana no requiere nuevas extracciones naturales. 

¿Cuáles son los principales beneficios ambientales y económicos de la minería urbana?

La minería urbana ayuda a reducir la extracción desenfrenada de recursos naturales, protegiendo el medio ambiente. Económicamente, crea empleo y fomenta el desarrollo de empresas dedicadas a la recuperación y reciclaje de materiales. Por ejemplo, si recuperamos todo el cartón como residuo, no necesitaríamos extraer innecesariamente más recursos. Sin embargo, para maximizar estos beneficios, necesitamos políticas públicas claras, una mayor cultura de reciclaje y colaboración entre actores sociales y públicos.

¿Qué materiales y recursos pueden recuperarse a través de la minería urbana?

Se pueden recuperar metales preciosos, plásticos y cartón, entre otros. Si logramos reciclar todo el plástico generado, reduciremos la necesidad de extraer petróleo para obtener plástico virgen. Al separar y procesar estos materiales de los residuos, podemos crear nuevos productos. Por ejemplo, el plástico reciclado se puede limpiar, fundir y convertir en nuevos artículos, siempre y cuando se respeten las características de resistencia de materiales e inocuidad de los productos. Esto es fundamental para aprovechar al máximo los recursos disponibles.

¿Qué tecnologías y procesos se utilizan en la minería urbana para recuperar materiales valiosos?

En el ámbito de la minería urbana, tanto en Chile como en Latinoamérica, se cuenta con diversas tecnologías y procesos para la recuperación de materiales valiosos.

Primero, tenemos la etapa inicial de desarme de residuos de productos obsoletos, que puede realizarse de manera manual o automatizada. Esta fase es crucial para separar los componentes y preparar el material para la siguiente etapa.

Luego, viene el proceso de separación, que puede ser manual o automatizado. Aquí se utilizan tecnologías como trituradoras automáticas y sistemas de separación por láser, que permiten identificar y segregar materiales con alta precisión. Este paso es esencial para garantizar que cada tipo de material pueda ser procesado adecuadamente.

Después de la separación, se realizan procesos específicos de lavado de plásticos y otros materiales, eliminando impurezas y preparándose para su reciclaje. El plástico, por ejemplo, se somete a un proceso de chipeado, donde se convierte en pequeñas partículas para luego ser fundidas e inyectadas en matrices para crear nuevos productos.

Además de estas tecnologías, se implementan procesos de fundido de metales y plásticos, transformando estos residuos en materias primas de alta calidad listas para ser reutilizadas en la fabricación de nuevos productos. Esto es economía circular y minería urbana. Si nosotros fuéramos capaces como sociedad de llegar a este loop no tendríamos que extraer tanto recurso natural.

Reflexión:

La minería urbana necesita políticas públicas claras y fuertes incentivos para desarrollarse de manera efectiva. La Ley REP es un buen inicio, pero no es suficiente por sí sola. Es crucial que otros ministerios colaboren con el Ministerio del Medio Ambiente para impulsar proyectos de economía circular que mejoren y hagan más rentable la minería urbana.

Además, hay una necesidad urgente de fomentar una cultura de reciclaje. Esto implica trabajar tanto aguas arriba con los fabricantes para que diseñen y comercializan productos, como aguas abajo con los consumidores para que practiquen el reciclaje adecuado. Por ejemplo, muchos plásticos actuales, como el PVC, son difíciles y peligrosos de reciclar, ya que pueden liberar dioxinas y furanos dañinos. Es vital que los productos sean  ecodiseñados desde el inicio para facilitar su reciclaje post-consumo.