¿Qué opina ASIMP de los problemas que sufre el Metro y otras importantes infraestructuras en Chile por filtraciones e inundaciones?
El Metro continúa enfrentando problemas de inundación. ¿Se llevó a cabo algún proyecto específico de impermeabilización en el Metro y cuáles fueron los errores en su especificación instalación?
En nuestra asociación, no hemos recibido solicitudes particulares sobre este tema, por lo que carecemos de antecedentes para comentar específicamente sobre el caso del Metro. Sin embargo, es evidente que tanto en este como en otros proyectos similares, a menudo se omiten especificaciones técnicas o estas son incompletas, lo cual refleja una notable falta de regulación del sector.
Por ello, insistimos en la necesidad de implementar proyectos de impermeabilización adaptados a las condiciones específicas de cada obra. Esto requiere un análisis exhaustivo que vaya más allá de la mera selección de materiales. La falta de una entidad especializada que supervise y controle los estándares de impermeabilización es preocupante. Aunque en ASIMP contamos con el respaldo de empresas tecnológicamente avanzadas y nos capacitamos continuamente, lamentablemente carecemos del apoyo estatal necesario para implementar mejoras significativas de manera colaborativa.
Es fundamental que la impermeabilización se incorpore como especialidad en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC). Esto no solo mejoraría la calidad de las construcciones, sino que también reduciría los costos a largo plazo y evitaría las repercusiones negativas en la infraestructura y la vida cotidiana de la población.
Nos preguntamos ¿cuántas situaciones como la que se ha presentado en el Metro y otras obras emblemáticas deben ocurrir para que el Estado Chileno reaccione?. A diferencia del sector privado, que ha reconocido la importancia de la inversión inicial para evitar costos humanos y económicos elevados en reparaciones futuras, el sector público aún enfrenta desafíos significativos en este sentido, dependiendo de la legislación vigente.
ASIMP reúne a expertos serios y comprometidos activamente en la mejora constante de la impermeabilización. Desde hace años, trabajamos en la formulación de normas para productos, instalación y proyectos de impermeabilización, además de dedicarnos a la difusión en el medio y transmisión de conocimiento en centros de estudios. Necesitamos urgentemente que el Estado escuche nuestras peticiones y reaccione. Estamos convencidos de que sólo mediante una regulación más estricta, la formación adecuada de profesionales y una colaboración activa entre todas las partes involucradas, podremos abordar estos desafíos de manera efectiva, elevando el estándar de nuestras construcciones y evitando problemas costosos y perturbadores para la sociedad. Esto deja en evidencia la falencia a nivel regulatorio en este sector.
¿Qué debe incluir un proyecto de impermeabilización?
Su elaboración requiere un análisis profundo y detallado. No es suficiente con seleccionar materiales adecuados. Se deben considerar la ubicación geográfica, clima, tipo de suelo, nivel freático, sistema constructivo, drenajes, materialidad de la construcción y otros factores relevantes. Con esta información y la colaboración de expertos de diversas disciplinas, se puede desarrollar un proyecto integral que incluya planos detallados, estratigrafías y especificaciones precisas.
Además, es esencial establecer un sistema de control efectivo. La ausencia de una entidad especializada para supervisar y certificar los estándares de impermeabilización contribuye a la falta de calidad y durabilidad en muchas obras. La falta de conocimientos especializados en muchos profesionales agrava esta situación. También es crucial considerar el mantenimiento regular, ya que todas las estructuras están sujetas al desgaste y los materiales tienen una vida útil limitada.
En ASIMP, contamos con el respaldo de empresas socias que son líderes en tecnología a nivel internacional, quienes nos capacitan constantemente entregándonos su experiencia y conocimientos. Sin embargo, necesitamos el apoyo del Estado para implementar mejoras significativas y trabajar de manera colaborativa. Como gremio, vemos diariamente los problemas de filtraciones y el desperdicio de recursos que podrían destinarse a otros fines. Por eso, insistimos en la necesidad de incluir la impermeabilización como especialidad en la OGUC, y la importancia de integrar la impermeabilización en los programas educativos, para preparar a futuros profesionales con las habilidades necesarias en este campo.
-¿Dónde radica el problema en la impermeabilización?
Esta es una pregunta que solo pueden responder los profesionales responsables de cada proyecto, ya sea un túnel, una estación de metro, un hospital u otra obra. Ellos conocen los detalles del proyecto inicial, si se ejecutó según lo previsto, si hubo cambios improvisados durante la construcción, si se detectaron daños no anticipados, si se intentó reducir costos mediante cambios no autorizados, o si se eliminan partidas específicas destinadas a la impermeabilización. Debería existir un registro detallado de todos los materiales y métodos utilizados en cada zona, así como de los responsables de especificar e instalar estos sistemas. La Falta de este registro y la omisión de variables críticas contribuyen a soluciones paliativas que no abordan de manera efectiva los problemas de filtración y deterioro estructural.
- ¿Cómo se lleva a cabo la reparación y cuánto más costaría en comparación con haberlo hecho bien desde el principio?
En cualquier proyecto, es fundamental evaluar la información disponible para realizar un seguimiento efectivo, comparar con la observación en terreno y realizar un diagnóstico preciso. Esto es esencial para determinar cómo se llevará a cabo la reparación y calcular el costo adicional en comparación con haber implementado adecuadamente las medidas desde el inicio. Reparar una construcción en uso es problemático para todas las partes involucradas. La empresa responsable de las reparaciones debe ajustarse a horarios menos invasivos para minimizar las molestias a las comunidades que utilizan esas instalaciones diariamente. Además, el costo para el mandante aumenta significativamente debido a la complejidad de las reparaciones en condiciones operativas.
Lamentablemente, estamos pagando el precio de errores graves: infraestructura dañada, equipos afectados y una población molesta por las interrupciones en su vida diaria. Representa un costo alto. Si consideramos también el dinero perdido y el que seguirá perdiéndose si no se toman medidas rápidamente, es evidente la urgencia de encontrar una solución. Es crucial contar con información adecuada para realizar un seguimiento efectivo del proyecto y buscar soluciones, aunque la situación se complica cuando se trata de túneles.
¿Por qué las estructuras continúan filtrándose?
Porque seguimos haciendo las cosas del mismo modo. Porque el ítem de la impermeabilización no es una especialidad reconocida, normada, regulada, ni valorada. Solo se valora cuando no se tiene. El problema no se limita al Metro, sino que afecta a las obras públicas en general. Lo mismo ocurre en el sector privado, con la diferencia de que algunos ya han comprendido la importancia de invertir inicialmente para evitar costos elevados en reparaciones futuras. Existe un gran desafío en este aspecto, especialmente para el sector público, que depende en gran medida de normativas y la disponibilidad de recursos.
Además, es crucial reconocer que la falta de especialización y supervisión en proyectos de impermeabilización no solo afecta la infraestructura pública y privada, sino que también influye en la calidad de vida de los ciudadanos. Las filtraciones recurrentes deterioran no solo la estructura física de edificios y túneles, sino que también generan molestias y representan riesgos para quienes dependen diariamente de estas infraestructuras. Esta situación requiere no solo soluciones técnicas, sino un compromiso efectivo de todos los actores involucrados, desde la etapa de diseño hasta la implementación y el mantenimiento continuo.
Hemos sido muy insistentes con el ministerio, y de todas las reuniones no hemos sacado nada en limpio, es más, la última fue suspendida a última hora, lo cual evidencia la falta de prioridad que se le da a esta problemática.