Tasa hipotecaria cae a un 4,16%: la cifra más baja desde inicios del 2022 según cifras del Banco Central

El mercado inmobiliario chileno, que hace poco se sentía estancado por las altas tasas de interés, está viviendo un quiebre radical. Una inusual pero efectiva alianza entre el Banco Central y un programa estatal de subsidios ha abierto una ventana dorada para miles de familias ya que el costo del crédito hipotecario ha caído a niveles no vistos en años.

La noticia es de gran impacto porque, si bien el Banco Central ya ha dado varios pasos en la senda de la reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM), el giro en la política monetaria ha comenzado a permear al mercado. Aunque el descenso es gradual, la verdadera fuerza impulsora ha sido el subsidio gubernamental.

Tasas por Debajo del 3,5%

Este programa, enfocado en viviendas nuevas con un valor de hasta 4.000 UF, no es una ayuda tradicional; es una inyección directa a la tasa de interés.

Originalmente pensado para aliviar la carga con un descuento de 60 puntos base (0,6%), el entusiasmo de los bancos ha amplificado su efecto. Hoy, las instituciones financieras, incentivadas a mover el stock, están aplicando rebajas que, en la práctica, significan un descuento total que oscila entre 70 y hasta 116 puntos base (entre 0,7% y 1,16%).

¿El resultado? Mientras que la tasa promedio en el mercado abierto se mantiene firme cerca del 4,5%, los compradores beneficiados por esta ayuda acceden a créditos con tasas finales que se acercan o caen por debajo del histórico 3,1% al 3,5%. Este rango no solo es significativamente más bajo, sino que reduce la carga financiera mensual a cifras mucho más cómodas.

Esta inyección de confianza y ahorro ha sido el detonante para que el sector se ponga de pie. La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) lo confirma con cifras que hablan por sí solas: el tercer trimestre reportó un aumento en las ventas de viviendas sobre el 90% en comparación interanual. El mercado está absorbiendo rápidamente el exceso de stock que se acumuló durante el período de crisis.

El subsidio está diseñado para personas naturales que compran su primera vivienda nueva (hasta 4.000 UF) y es combinable con otros apoyos sociales, apuntando directamente a fortalecer el patrimonio de la clase media emergente. La premura, sin embargo, existe: los cupos son limitados —se han dispuesto 50.000 cupos— lo que convierte esta oportunidad en una carrera contra el tiempo.

La Mirada a Mediano Plazo

Si bien la euforia es justificada, los expertos también levantan una bandera amarilla. La venta acelerada del stock es una excelente noticia, pero la contracara es la sequía de futuros proyectos.

Los informes señalan que la emisión de permisos de construcción se ha desplomado en los últimos años. Si el momentum de las ventas continúa a este ritmo sin que se inicien nuevas obras de forma masiva, el mercado chileno podría enfrentarse a una seria escasez de oferta de viviendas nuevas en el horizonte de 2026. Esta falta de oferta es el ingrediente principal para una futura presión alcista en los precios.

Por ahora, sin embargo, el enfoque está en el presente. La reactivación de la compraventa no solo da oxígeno a las familias, sino que impulsa la maquinaria de la construcción, un sector que es un pilar fundamental para la creación de empleo y el dinamismo económico del país.