Ese futuro que emerge, ese que surge en las nuevas generaciones
El inicio del primer año académico es siempre importante, pues no es solo una etapa más en la educación, sino también el inicio de tus propias decisiones respecto de lo que proyectas para tu futuro. Tuve el honor de participar de la ceremonia de inicio del año académico en la Universidad Santa María de Valparaíso. Cuando llegué a la universidad para participar de la ceremonia, si bien había ido varias veces después de egresar, esta vez sentí una emoción especial, el recuerdo de mi primer año de universidad y un rápido recorrido por mi historia, me conectan con los cambios y las posibilidades que surgen desde ese futuro que emerge, ese que surge en las nuevas generaciones.
Tres preguntas interactivas realizadas a los y las estudiantes nos daban el punto de partida para conversar en el panel. Iniciamos con el tiempo en el que se logrará la igualdad de género en el ingreso a las carreras STEM, seguimos con inteligencia artificial y su impacto en diversos ámbitos de nuestras vidas y finalizamos por supuesto con el cambio climático. Para la primera pregunta, la respuesta del sistema interactivo entregaba opciones desde 5 hasta más de 30 años y la respuesta de los estudiantes fue mayoritariamente entre 5 y 10 años. En la conversación, uno de los panelistas señaló que veía utópico que se alcanzará en esa cantidad de años. La conversación me llevó a habitar emocionalmente dos espacios, uno que corresponde a la realidad y las cifras actuales y el otro en el que se ve una posibilidad de cambios a un ritmo mayor. Porque la realidad, por ejemplo, para la minería, muestra que entre el año 90 y el 2022, o sea 30 años, la participación de mujeres en la gran minería creció de 2% a 15%. La última estadística muestra que la matrícula de mujeres en las carreras de las áreas STEM, según el Ministerio de Ciencias, Conocimiento, Tecnología e Innovación, a nivel de pregrado es sólo un 22% de los ingresos, en magister un 29% y en doctorado un 37%, ¿será posible llegar a la igualdad en menos de 10 años?
Pero más allá de las cifras, quiero quedarme con la conversación y con las acciones de personas convencidas que estos cambios le hacen bien a la sociedad como, por ejemplo, incluir a más académicas como lo planteaba el rector de la USM, y así tener referentes y ambientes diversos para acoger a las estudiantes, o generar entornos más seguros y de respeto como es el caso de la Universidad Alberto Hurtado, universidad caracterizada por sus carreras en ciencias sociales y humanidades, y que hoy está abriendo 2 carreras de ingeniería con foco en atraer mujeres.
Asimismo, se reconoce la necesidad de cambios sociales y culturales para lograr un aumento en la participación de mujeres en las carreras STEM y en el mundo laboral, abordando decididamente los sesgos y los estereotipos, pues una vez sorteada la formación académica, el mundo laboral que las reciba ya debiera estar adaptándose.
Respecto de las otras dos preguntas sobre inteligencia artificial y cambio climático, creo que la gran reflexión es la necesidad urgente de tomar consciencia de la profundidad de la crisis climática, de la oportunidad de innovar que ofrecen las nuevas tecnologías para enfrentar desafíos, pero por sobre todo, los cambios de hábitos y costumbres que tenemos que hacer cada uno.
Tengo confianza en que las nuevas generaciones, las que pondrán su sello a ese futuro que emerge, enfrentarán los desafíos innovando con todas las herramientas y conocimientos que entregan las carreras STEM, desde la diversidad y la inclusión, en conexión con las personas y la naturaleza, porque la innovación, de esta envergadura como proceso social, aunque sea para los sectores productivos o industriales, ya no puede pasar por alto los aspectos socioambientales. Sólo así estaremos avanzando hacia un desarrollo sostenible. Leer más