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El sector de la construcción encara el año 2025 de forma positiva gracias al cambio de tendencia que está viviendo la industria en los últimos meses. Si bien son múltiples los aspectos que afectan y modelan la evolución del sector para este año, tras analizar el comportamiento y tendencias de las principales empresas del sector constructor, he resumido los cinco desafíos principales que marcarán la dirección de la industria durante el 2025.
Reactivación del sector. Las sucesivas bajadas de tipos de interés por parte de las entidades financieras iniciadas hace casi medio año muestran un giro en la política económica internacional y un panorama esperanzador para la industria, no solo por el mensaje intrínseco de los reguladores financieros sino por el efecto dinamizador que esta política puede suponer para la reactivación del sector, así como de nuevas promociones y proyectos de construcción.
Esta baja de los tipos de interés viene aparejada a un reseñable control de la inflación, lo que constituye un segundo dato positivo para el sector.
Integración de la IA y las plataformas digitales. La transformación y la inclusión de tecnologías como la IA o los procesos SLAM (Localización y mapeo simultáneos) han pasado de ser una novedad para convertirse en una necesidad para las empresas del sector. Cabe recordar que, tradicionalmente, el peso del sector de la construcción ha contrastado de forma notable con su bajo nivel de digitalización e innovación, afectando este hecho gravemente a su productividad y crecimiento.
Esta brecha ha aumentado exponencialmente en los últimos años como consecuencia de una mayor penetración de las nuevas tecnologías en las empresas, así como del refinamiento de estos nuevos procesos y técnicas digitales.
Las compañías precisan, cada vez con más urgencia, mejoras que le permitan ser más competitivos, ahorrando costos y acelerando el tiempo de finalización de los proyectos. Por ello, la industria ha experimentado en los últimos meses un aumento significativo en la rapidez de implementación de las plataformas digitales y la previsión de que 2025 suponga un punto de inflexión en la normalización y popularización del uso de las nuevas tecnologías en la industria.
Una creciente falta de talento y mano de obra cualificada. La escasez de mano de obra es uno de los principales retos a los que tiene que hacer frente la industria durante 2025, un factor que contribuye significativamente al aumento de los costos para las compañías del sector. Así, durante 2025, la falta de perfiles cualificados se acentuará, produciendo un mayor número de retrasos en los proyectos, aumentando las rectificaciones en obra como consecuencia de la incorporación de perfiles no especializados y disminuyendo la rentabilidad de los proyectos.
Para contrarrestar esta situación, se espera que en 2025 el sector incremente la inversión en soluciones tecnológicas, en softwares de gestión de obras y BIM, como clave para mejorar la rentabilidad y la eficiencia, y para contrarrestar la escasez de mano de obra cualificada.
Popularización en el uso de materiales sostenibles en la construcción. La sostenibilidad se enmarca como una de las principales tendencias en construcción junto con la digitalización. Los objetivos de descarbonización marcados para el sector y las nuevas edificaciones resultan ambiciosos y suponen un estímulo para llevar a cabo la transformación sostenible que precisa la industria.
Así, durante 2025 veremos un mayor protagonismo de elementos como la construcción modular. Esta manera de construir reduce costos, apuesta por la rapidez en el proceso de construcción y disminuye el desperdicio derivado de la construcción, por lo que supone un impulso para la sostenibilidad.
Por otra parte, el uso de materiales reciclados (vidrio, acero o plástico) o sostenibles (madera o piedra) impulsan una arquitectura más sostenible y continuarán en 2025 aumentando su utilización debido a sus óptimas propiedades de aislamiento térmico.