Desde la cooperación internacional y el análisis del sistema global, el incumplimiento del 0,7% del PIB refleja tensiones entre compromisos multilaterales y prioridades nacionales, especialmente en contextos de crisis económicas o inestabilidad política. A menudo se percibe la AOD como un gasto, no como una inversión estratégica en estabilidad global, resiliencia territorial y apertura de nuevos mercados. Además, la arquitectura financiera internacional reproduce desigualdades estructurales, y existe baja presión ciudadana sobre los gobiernos donantes debido al desconocimiento de los beneficios indirectos de la AOD en términos de prevención de conflictos, migraciones forzadas y crisis ambientales.
¿Qué factores crees que han limitado la efectividad de la AOD en América Latina y el Caribe?
América Latina y el Caribe han recibido menos AOD que otras regiones, debido a su clasificación como economías de renta media. Sin embargo, la desigualdad, informalidad y vulnerabilidad climática persisten como retos estructurales. La efectividad de la AOD se ha visto limitada por su centralización en gobiernos nacionales, dejando fuera a actores territoriales como municipios, organizaciones comunitarias y academia. Además, muchas soluciones tecnológicas no se adaptan cultural ni técnicamente a los contextos locales. Se requiere un enfoque de co-creación que combine saberes locales y conocimiento técnico internacional para lograr impactos sostenibles.
¿En qué áreas específicas consideras que la AOD ha fallado en ser transparente o pertinente en la región?
Infraestructura, energía y gestión de recursos naturales son sectores críticos donde la AOD ha mostrado falta de transparencia y pertinencia. La ausencia de consultas con comunidades locales y evaluaciones ambientales estratégicas ha derivado en conflictos socioambientales. Desde una perspectiva tecnológica, la introducción de soluciones sin capacitación ni mantenimiento sostenido debilita la apropiación comunitaria. La opacidad en la rendición de cuentas y la falta de trazabilidad financiera impiden una evaluación eficaz de los impactos.
¿Cómo puede la AOD adaptarse mejor a las necesidades locales y territoriales de los países en desarrollo?
La AOD debe ser más flexible, territorializada y participativa. Debe priorizar procesos de co-diseño con actores locales, integrando enfoques de derechos, sostenibilidad y pertinencia cultural. Es clave invertir en ecosistemas locales de innovación que integren a la academia, sector privado y comunidades para escalar soluciones tecnológicas apropiadas. En construcción sostenible, por ejemplo, esto implica capacitar mano de obra local, fomentar materiales de bajo impacto ambiental y fortalecer cadenas productivas territoriales. Así, la AOD no solo financia proyectos, sino que genera capacidades duraderas y transforma realidades locales.