La Velocidad de vaciado del hormigón [m3/h] requerida por el proyecto es una variable relevante a la hora de la selección del moldaje, pues afecta su presión lateral. También afecta a esta presión la altura de vaciado, la temperatura del hormigón, los tiempos de fraguado, el uso de vibradores y las capas de hormigonado si la colocación se realiza en fracciones.
Por supuesto que, al requerir una mayor velocidad de vaciado, tendremos una mayor presión sobre el moldaje. Para la estimación de la presión hidrostática sobre el moldaje, el ACI 347 propone la ecuación P=C*R*T, siendo C una constante que depende del tipo de cemento utilizado y los aditivos presentes en la mezcla, R corresponde a la tasa de colocación en altura de capa/hora y T es la temperatura del hormigón. En este sentido será necesario controlar y monitorear estas variables para establecer el adecuado desempeño del moldaje.
Otro factor relevante que puede afectar el desempeño del moldaje y el resultado del hormigonado es la vibración o consolidación, la vibración aumenta la presión lateral del moldaje temporalmente, pero el efecto se multiplica si se excede en los tiempos de vibrado o se hace de forma continua. En una columna anterior les compartí algunos lineamientos para determinar el distanciamiento entre inserciones - que debe ser estimado por 0,75*8*d- y entre la primera inserción y el moldaje - estimada por 3*d- en ambos casos siendo el diámetro de la sonda. Sin embargo, si el moldaje o la velocidad de vaciado son altas, se debe revisar opciones como vibrado externo para no sobrecargar los moldajes y/o tener un riesgo latente en la obra.
Un tercer elemento relevante son las juntas mal selladas en los moldajes que favorecen la fuga de lechada y afecta la terminación del elemento. En este sentido los moldajes industriales presentan ventajas significativas por sus accesorios de sellado y del mismo modo, presentan ventajas en productividad, rendimiento por ciclo, tolerancias dimensionales, terminación superficial, tiempos de desarme, seguridad laboral e impacto ambiental. Quizás el punto menos favorable en la comparación es el alto costo inicial de la inversión en caso de compra, pero también hay otras alternativas - como el arriendo - que deben ser estudiados debidamente para la toma de decisiones.
Lo anterior nos lleva al siguiente punto, la calidad de la terminación superficial de los hormigones. La ET005 publicada por el ICH, define 4 grados de terminación superficial de los elementos verticales, que van desde grado 1: A la vista arquitectónica a grado 4: Obra gruesa. Esta guía permite en una primera instancia definir el grado de terminación superficial desde la especificación, luego estandarizar la metodología de medición de defectos considerados y finalmente realizar la comparación con tablas de tolerancias conocidas por los involucrados, que pueden servir de base para aceptación de estos elementos en lo que se refiere a terminación superficial.
Sin duda los moldajes son clave para alcanzar la terminación superficial especificada, en término de número de usos de las placas, por ejemplo, pero también en término de su resistencia; la utilización de hormigones autocompactantes facilita la colocación y descarga, aumentando la altura de caída, eliminando el proceso de vibrado y mejorando el acabado, pero exige al moldaje una alta resistencia mecánica para contener un fluido con densidades cercanas a los 2500 kg/m3; por lo mismo las distintas empresas de encofrados proponen soluciones compatibles con este tipo de hormigón hiper fluido que permite su utilización de manera segura y que potencia la belleza de un hormigón a la vista sin defectos.
El último punto relevante de revisar es los tiempos de desmolde. La NCh170-2016 y ET003 del ICh abordan el tema, estableciendo resistencias mínimas del hormigón para obtener un resultado adecuado, la premisa en este punto debiera ser establecer una resistencia para el desmolde de modo de obtener un equilibrio entre el avance y calidad de la terminación requerida e implementar seguimiento de esos valores objetivos durante la construcción.
En síntesis, si bien el moldaje industrial podría implicar una mayor inversión inicial, presenta ventajas de productividad y beneficios técnicos que responden a los requerimientos actuales de hormigones a la vista o arquitectónicos, cada vez más comunes, la calidad del moldaje no solo depende de su materialidad, también dependerá de un diseño y montaje adecuados y una selección del hormigón a utilizar compatible con dicho moldaje.