No hay un manual para aprender a caminar, sólo un objetivo, la prueba y el error. Pero siempre podemos olvidar el objetivo, simplemente renunciar a él y volver atrás. Por ello, resulta interesante la expresión “Quemar los barcos”, ¿la conoces?
Quemar los barcos
Algunos historiadores la atribuyen a Hernán Cortés, otros a Alejandro Magno, pero la historia es la misma. Enfrentados en una batalla contra un enemigo difícil de vencer, el capitán ordena quemar los barcos, de esa forma, la batalla se vuelve irreversible, la opción de huir deja de ser opción. Sólo queda luchar y obtener la victoria o simplemente morir.
¿En cuántos de tus objetivos personales o profesionales quemarías los barcos?
Verifíquese antes de usar
Hoy estamos rodeados de información falsa y puntos de vista parciales o sesgados. El problema es que las historias de éxito mal contadas y los refranes sin contexto, se parecen bastante a las publicaciones de Instagram o de LinkedIn, ambas te hacen creer que la vida es fácil.
Un símil a los finales felices de las películas de Disney que hacen creer que todos pueden todo. Generando un curioso efecto manada, artificial.
No todos pueden hacer todo. Un pez no puede trepar un árbol, a pesar de que vea muchos peces trepando bosques en Instagram. Debemos ser conscientes de nuestras responsabilidades frente a las historias:
- Verificar lo que vemos o leemos
- Ser conscientes de nuestras capacidades
- Prepararnos consistentemente para desarrollar nuevas habilidades
Fijar nuestras metas y conocer nuestro valor son 2 objetivos a los que no podemos renunciar.
Hágalo con IA
Alguna historia mal contada podría decir que tus objetivos pueden ser definidos con IA. Vivimos una era donde parece que todo puede ser resuelto con IA. Una especie de fiebre de oro donde cualquiera habla de encontrar oro en sus tierras.
Existe un interesante libro “Humanos + Máquinas” de Daugherty y Wilson que muestra las oportunidades de la IA desde un foco complementario
- Lo que hace la IA sola
- Lo que la IA puede hacer con apoyo de nosotros
- Lo que podemos hacer mejor con IA
- Lo que podemos hacer sólo nosotros
Fijar los objetivos es algo que solo podemos hacer nosotros, pero ¿tienes claro cómo operan las 4 dimensiones en tu vida y en tu quehacer? Identifica eso en lo que tu generas valor y que te gusta hacer.
Si todos buscan oro y tú no, te recomiendo que vendas palas y picotas. Innovar no es hacer cosas nuevas. Es hacer que las cosas nuevas sirvan para algo. Aprende a descubrir tu valor, ¿qué de lo que haces, les genera valor a otros?
Valor coherente
Existe una palabra que cada vez me gusta más, se trata de la palabra “coherencia” que proviene de la composición de 2 conceptos, hacer algo de manera conjunta con lo que nos une. En los negocios la coherencia es fundamental, en todo sentido, pero en esencia los negocios deben ser coherentes con la fuente de su valor.
Si el valor proviene de la gente, cuide a la gente. Si el valor proviene de las máquinas, mantenga y mejore las máquinas. Si el valor proviene de la creatividad, genere las oportunidades para que la creatividad aflore y si el valor proviene del servicio a los clientes, busque siempre como dar un mejor servicio. A nivel personal, nuestra agenda refleja a lo que le damos valor e importancia, si no está en tu agenda, tal vez no sea valioso o no estas siendo coherente.
La coherencia es una invitación, sé coherente con tú valor. Apaláncate en la tecnología que sume en la esencia de tú valor, si es que suma, pero no le des la espalda a eso que haces, que genera valor. Con la tecnología cambiaran muchas cosas, pero no cambiará lo que no queramos cambiar. Lo que nos gusta como esta, se mantendrá intacto.
Intenta descubrir tu valor, intenta potenciarlo con la tecnología disponible e intenta ser coherente con ello. Alguien que no quiere intentar, no ve ninguna opción. La práctica permite que logremos lo que queremos, en la medida que seamos consistentes y coherentes.
Ya lo aprendimos de Dante en la Divina Comedia: “todo lo que es, desea ser”
Una vida fácil
Si no se atreve, no lo haga. Si lo hace, atrévase a aprender. Si es capaz de aprender, mejore. Recuerda que la disciplina te puede llevar a lugares donde la motivación no.
No tienes defectos, sólo vienes sin manual. Fija un objetivo y disfruta el periodo de prueba y error. Quema tus barcos, elimina tus dudas. Quizás termines haciendo algo nuevo, algo que te guste más, por un rato o por toda la vida.