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Comparando el nivel de la investigación en China y Chile respecto del análisis del ciclo de vida (ACV), se puede comentar que ha sido un tema clave en el desarrollo de una economía circular en el mundo y que Chile camina hacia allá, pero estamos siendo algo débiles en aportar datos significativos como carta de presentación de nuestros productos
Esto, cuando debemos demostrar su sostenibilidad y confirmar su alto desempeño en servicio, lo cual es más fácil cuando se trata de usos interiores no sometidos a esfuerzos mecánicos y de intemperización, pero cuando el producto debe demostrar ser eficiente en situaciones de mayor exposición, como pasa con los encofrados, el panorama cambia, se debe privilegiar que funcione e intentar en la medida de lo posible que su efecto ambiental sea bajo. El ACV se utiliza para identificar los impactos ambientales y los puntos críticos asociados con la fabricación de muchos productos actualmente, sobre todo en países que han suscrito acuerdos internacionales para la mitigación del calentamiento global como lo ha hecho Chile, por lo que el uso de productos sostenibles resulta prioritario.
Entonces, el contrachapado es el rey desde el ámbito forestal maderero para cubrir necesidades de encofrado, entre otros usos relevantes. Pero hay que investigar y difundir resultados, como el estudio de ACV de contrachapados chinos reportados por Liangliang Jia et al, 2019 en la revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública (IJERPH), muestran resultados y revisión bibliográfica para la industria de procesamiento de contrachapado con el fin de mejorar su desempeño ambiental y la sostenibilidad, pensando en el ciclo de vida de la producción de contrachapado desde la cuna hasta la puerta de embarque (llama la atención que no se hacen cargo del fin de vida en servicio, pero es un avance), incluyendo la preparación de la materia prima, la fabricación y el procesamiento, hasta el análisis de los impactos ambientales y varios puntos críticos conocidos como es el análisis del agotamiento abiótico (ADP), el efecto de la acidificación (PA), el agotamiento de la energía primaria (PED), la eutrofización del agua dulce (EP), el potencial de calentamiento global (PCG) y el material particulado (IR). En este artículo se seleccionaron algunas de estas categorías de impacto principales. Todos los datos se obtuvieron de mediciones in situ (producción de contrachapado) e investigaciones de las bases de datos Eco-invent y CLCD (datos previos de materiales y energía).
Ellos propusieron una estrategia de ecodiseño con ecoalternativas: el bioaceite de pirólisis, el que puede usarse para producir resina verde que reemplace la resina de formaldehído fenólico (PF) tradicional para disminuir los impactos de GWP, PED, AP, PM y, especialmente, ADP y EP. Se utilizó una nueva tecnología de encolado de madera verde para reemplazar la tecnología convencional de producción de contrachapado; los desechos de madera podrían someterse a un proceso de gasificación para producir gas resultante en lugar de quemarse. El contrachapado también se comparó con otros paneles a base de madera en China para identificar escenarios adicionales para mejorar la sostenibilidad ambiental.
Entiendo que en esta parte de la lectura de esta columna varios ya se sintieron sobrepasados con un tema extremadamente técnico y no es que yo lo domine, es al contrario, he utilizado esta referencia para indicar y respaldar lo que vengo diciendo hace rato, la sostenibilidad no es un adjetivo para mejorar la imagen verde, es para demostrar lo que se está haciendo para desarrollar productos sostenibles, en lo personal pienso que Chile ofrece tableros contrachapados para encofrado de muy buena calidad, pero que aún no se pone a disposición antecedentes respecto de su ACV, desconozco si estos datos están, pero reitero la importancia de hacer lo posible por ser amables y compartir información técnica para formar usuarios más calificados, capaces de discriminar entre los productos del mercado siendo parte de la solución y no del problema. Un punto en el que pienso debemos avanzar desde nuestro sector, porque no se trata siempre de usar productos naturales e inocuos ambientalmente, sino de elegir aquellos que con datos a la vista demuestren ser los mejores. Una disyuntiva evidente entre ofrecer productos que el mercado aún no está demandando o continuar ofreciendo commodities que sí se venden.