La relación entre ESG y la construcción sostenible impacta directamente los aspectos sociales y de riesgo frente a los retos del cambio climático.
Los criterios ESG, o Gobernanza Social y Ambiental, están en todas partes hoy en día y son importantes debido a las recientes crisis económicas, de salud pública y de justicia social que han intensificado el interés de ser implementados en el sector privado, ya que estos criterios permiten definir la forma en que las empresas pueden ser evaluadas a través de diversos fines socialmente deseables. Describe los factores utilizados para medir los impactos no financieros de determinadas inversiones y empresas. Entonces, cuando hablamos de ESG desde nuestros estudios, nos referimos a cómo se invierte y gestiona una empresa según un conjunto de criterios de gobernanza corporativa, sociales y ambientales.
Hoy en día, el listón de lo "verde" está subiendo entre los inversores institucionales, las empresas inmobiliarias y los fondos. Las organizaciones del sector privado se comprometen cada vez más con el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible y esto incluye nuevos objetivos para las emisiones de gases de efecto invernadero y nuevos requisitos para la gestión de la cadena de suministro, acompañados de un creciente énfasis en la equidad y la justicia social.
Además, a las empresas, los fondos y a las edificaciones individuales se les pide cada vez más que respalden sus aspiraciones con un desempeño medido en el mundo real. La herramienta de divulgación de estas acciones hacia el cumplimiento de estos objetivos es a través de los reportes ESG y en lo que corresponde al portafolio inmobiliario se debe verificar con los sistemas de certificación en construcción sostenible que le aportan la verificación de tercera parte independiente para evitar el greenwashing y así incluir data real, medible y cuantificable, que sirvan de base para la toma de decisiones. Esencialmente los asuntos ESG en la operación de una organización, proporcionan un marco para describir el mandato del gobierno corporativo, la estrategia empresarial y las expectativas.
La construcción sostenible certificada hace el trabajo y proporciona la evidencia en lo relacionado a las edificaciones o activos inmuebles de una organización para reportar en ESG. La construcción sostenible genera las sinergias necesarias para que las organizaciones puedan demostrar sus avances en estos aspectos del Gobierno Corporativo y divulgarlo. Los aspectos ESG proporcionan información sobre el mandato del gobierno corporativo y la gestión organizacional. Las partes interesadas utilizan esta información en la toma de decisiones de inversión y en la gestión de activos.
Criterios ESG y la sostenibilidad a largo plazo del negocio
Desde la labor que hacemos como entidad certificadora de construcción sostenible, la relación entre ESG y la construcción sostenible impacta directamente los aspectos sociales y de riesgo frente a los retos del cambio climático.
Las prácticas ESG y de construcción sostenible han experimentado un crecimiento masivo a lo largo de varios años. El mercado global ha visto la aparición de nuevos productos, estrategias bajas en carbono entre otros. Al mismo tiempo, la construcción sostenible ha experimentado un crecimiento continuo dinamizando la economía a nivel global.
Tanto los objetivos ESG como los de construcción sostenible se trata de hacer lo mejor, de tener mejores prácticas. En términos de sostenibilidad en la construcción, significa mejores espacios, en el caso de ESG, significan mejores empresas. Y, por supuesto, la superposición en esas dos áreas es significativa. Temas como la valoración de activos, la resiliencia, el alto desempeño, los objetivos sociales y el impacto ambiental son los cimientos de los criterios ESG y de la construcción sostenible.
Por ejemplo en construcción sostenible integral nos interesa medir el impacto frente al cambio climático en aspectos de eficiencia energética, emisiones de gases efecto invernadero - GEI, suministro de energía, interacción y medición, sobre la salud humana de las personas, por ejemplo monitoreando la calidad del ambiente interior; proteger y restaurando los recursos hídricos a través la eficiencia en la gestión del agua, protegiendo e incrementando la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, teniendo en cuenta estrategias de resiliencia que mitiguen el riesgo frente a eventos climáticos y disminuyendo el efecto de isla calor. Promoviendo el uso cíclico de materiales sostenibles y regenerativos, dinamizando así la economía y mejorando la calidad de vida de las comunidades. En ESG desde las organizaciones, el interés es medir el impacto determinando los objetivos de sostenibilidad que van a caracterizar a la organización, gestionando a través del gobiernos corporativo, estableciendo metas, midiendo la doble materialidad, controlando el uso y costos de los servicios públicos, gestionando el suministro energético, midiendo la generación de GEI, gestionando los residuos desviándolos de rellenos sanitarios y en general de la disposición final, incluyendo asuntos de diversidad y equidad social, en general gestionando el riesgo a través de diferentes estándares de medios de ESG.
Estas sinergias entre la construcción sostenible y los aspectos ESG le aportan transparencia a las organizaciones, pues obtienen datos sobre la gestión y desempeño de su portafolio inmobiliario. Les permite diferenciarse en el mercado frente a sus pares, identificado aspectos reputacionales y brinda oportunidades para identificar y priorizar la mejora de sus organizaciones y activos inmobiliarios, impactando el ambiente, la calidad de vida de las persona que ocupan el espacio, facilitando la gestión del activo para quienes lo administran y operan y para el dueño de la organización garantizando activos más resilientes y adaptados a los nuevos retos frente al cambio climático, valorizándolos y un factor esencial a tener en cuenta en las conversaciones sobre ESG es que sus activos estén alineados con sus objetivos sociales en torno a la salud y la equidad. Leer más